domingo, 2 de noviembre de 2008

'En la Oscuridad'

'Darkness Falls' de Jonathan Liebesman, U.S.A. (2003)


Película mala dónde las haya, que no puede calificarse ni siquiera de lo que pretende ser, que es terror, sino que es una burda parodia de lo que debería ser una película de este estilo.

El tema principal de la cinta no es otro que el hada de los dientes, la versión yanqui del Ratoncito Pérez, que es una mala bruja que va disfrazada con una máscara blanca y una túnica negra (vamos, el espíritu de 'La Máscara del Faraón'), y que si la ves cuando está entrando en tu cuarto a por el diente, pues se pilla un cabreo mortal y te quiere matar.

Eso le pasa a nuestro protagonista, un chaval que tiene pintas de tener 15 o 16 años y sigue creyendo en estas chorradas. Desde luego, escapa del espíritu pero el jodío mata a su madre de un arañazo en la cara, porque no os lo perdaís: el fantasma no quiere que nadie le vea, pero va exhibiéndose durante toda la película solo por querer matar a dos.

Tras esto, le dan pasaporte al crío y pasan 12 años. Pasado este tiempo, nos muestran a unos personajes (que según el guión deberían tener no más de 25 años, pero parece que pasen los 30), en especial a la chica que le gustaba el crío, que tiene un hermano pequeño ingresado en el hospital y que no puede dormir porque ha visto al fantasma de los dientes, que da la casualidad que solo puede moverse en las zonas sin luz, en la oscuridad. Pues la chica llama por teléfono a su amigo el que tomaban por loco de hace 12 años, (se sabe hasta el teléfono y todo, puf) y éste, ni corto ni perezoso, se solidariza con el muchacho y va a verlo.

Aquí es cuando el fantasma ve la oportunidad de matar a los 2 que la han visto, pero la pena es que es tan descuidado, que se muestra delante de todo el mundo y acaba masacrando a la policía, a los viejos conocidos, al hospital y casi a toda la población del pueblo, hasta que los dos protas y el niño llegan al faro, único punto con una super bombilla. Allí, luchando en el aire con el espíritu, el protagonista prende fuego a su mano con la luz del faro (más o menos así, es estúpido, lo sé) y le arrea un mamporro ardiente al bicho, que explota y fin.

Fue en ese momento, tras haberme cargado tal bazofia en la llamada Noche de Halloween, cuando recordé que el espíritu tenía la capacidad de fundir las luces que le salían de las narices... entonces, ¿porqué demonios no había matado ya a sus víctimas? Es capaz de dejar a oscuras a un pueblo, pero ¿¿¡¡no podía matar a dos mocosos!!??

De las películas más patéticas que he visto, con diferencia. No vale ni para reírse.

Le doy un 2/10

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