miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿Aburrido o harto?

Llevo unos días apático, aunque lo correcto sería decir aburrido, porque sigo haciendo cosas (como actualizar esto para mi lectora -sí, discrimino, porque nadie más lee esto, para que nos vamos a engañar-) que tengo que hacer, pero no me motivan nada.

Hace unas semanas estaba que no paraba con el trabajo y ahora... llevo mareando una dichosa denuncia por impago de pensiones casi una semana ya, a falta de los datos que dé o deje de dar la susodicha interesada. Me he gastado casi veinte euros en notas registrales para descubrir que las he estado pidiendo mal, que no me sirven, porque la finca que estábamos mirando es la que le van a cambiar al pobre hombre, no la suya, y por algún motivo del que me siento responsable, no me he dado cuenta hasta ahora (será porque ahora me ha dado por revisar concienzudamente toda la documentación de un caso que no es mío). Total, que no me han devuelto aún el dinero y me hace falta como el comer, así que espero que mi "jefe" de lo devuelva mañana.

De postre, bastante complicado tenía ya lo del regalo de Su Majestad para que estuviera a tiempo para su cumpleaños como para que ahora le suban el precio exhorbitadamente y lo dejen fuera del alcance de mis posibilidades. ¡Bravo!, un mes planeándolo y se va al garete por 30€ de más. Cualquiera pensaría que es una tontería, pero cuando no dispones ni de la mitad de esa cantidad en efectivo, se nota bastante. Y todo ello sumado a que este domingo tenía (o tengo, que sé yo), la intención de celebrar una especie de merienda con la gente en la partida, pero bueno... habrá que esperar lo que nos depara el fin de semana y los ingresos que se puedan hacer por el hecho de cumplir años.

Esta tarde vuelvo al trabajo, seguramente a hacer casi nada, pero paso aquí casi toda la tarde. He decidido pasar por el Colegio en cuanto pueda, hoy mismo, para recoger las nuevas leyes que hay disponibles, aunque, como todavía no tengo muebles en el despacho, me las tenga que llevar a casa... antes de estas vacaciones estoy pintando la maldita habitación y pegando los bordillos y adecentándola, porque estoy hasta las narices de esperar a que cualquier otro tenga que decidir por mí. Y encima, voy a ser sustituido en el juicio de Torrevieja por quien está realmente designado porque se ha cogido un pique monumental con el juez y quiere que haya sangre, así que... me tocará verlo solamente y disfrutar cuando salga la sentencia (que al menos cobraré yo).
De postre, las tarjetas que hice omitieron la "l" en mi dirección de correo del Colegio, por lo que he tenido que pasar para que me las vuelvan a hacer. Al menos, parece que seran gratis al ser fallo suyo, pero eso no quita que tenga casi 100 con la dirección mal (aunque nadie de las que la han recogido utilizará correo electrónico, fijo).

En fin, queda comerse la cabeza, calentársela mucho, hacer algo que nos anime un pelín y empezar a moverse en todos los sentidos (clientes, planificar domingo y, lo más importante, buscar sustituciones solventes, de calidad y agradables para Su Majestad).

Tan imbécil estoy que había olvidado poner frase alguna en el día de hoy y he tenido que editar esta parte:

El instinto dicta el deber y la inteligencia da pretextos para eludirlo

(Proust)

Un saludo, "lectores". A ver si veo más comentarios de los pobres incautos que lleguen aquí de rebote (si es que los hay).

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