viernes, 31 de agosto de 2012

'Brave (Indomable)'

'Brave', de Mark Andrews, Brenda Chapman y Steve Purcell. E.E.U.U. (2012)

En la Edad Media, en las altas tierras de Escocia, la princesa Mérida es la heredera del rey de los clanes, Fergus, un bravo guerrero que perdió la pierna enfrentándose contra un temible oso que aterroriza la comarca desde tiempos inmemoriales, cuando Mérida era pequeña.
Una vez convertida en toda una mujer que se desenvuelve mejor manejando el arco y comportándose como una pequeña salvaje, su madre Elinor considera que ha llegado el momento de presentarla formalmente a los clanes para que el heredero de alguno de ellos se convierta en el prometido de Mérida, algo que a todas luces disgusta a la princesa.

Por ello, se enfrentará a su madre y a las tradiciones, con la firme intención de crear su propio destino.

Tras una fuerte discusión con su madre Elinor, Mérida huye hacia el bosque con su caballo buscando un poco de soledad. Allí encontrará a una "tallista" de madera a la que convencerá de que le prepare un hechizo que cambie a su madre para poder modificar ella su destino.

Y aquí es donde realmente empieza el problema, puesto que el hechizo no resulta ser lo esperado por la princesa. Ayudada de sus pequeños hermanos trillizos, los diablillos pelirrojos, Mérida huirá al bosque con su madre en busca de la respuesta que sea capaz de devolver las cosas a su lugar. Mientras que ambas encontraran la comprensión y el amor entre ellas que creían desaparecido tras los últimos días.
'Brave' es una nueva pequeña joya de Pixar, que eleva de nuevo el listón tras la más infantil 'Cars 2', aunque sigue por detrás de las 'Wall-E', 'Up' o 'Toy Story 3' más recientes. La historia de Mérida, inspirada en la propia relación de la directora Brenda Chapman con su hija (directora a la que apartaron del proyecto a mitad), nos cuenta la necesidad de comprensión entre padres e hijos, algo común a todos los tiempos, con magia, leyendas y bellos paisajes escoceses de fondo. Entretenida y divertida (los trillizos son la leche), esperemos que Pixar vuelva por sus fueros dentro de poco.
Le doy un 7'6/10.

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domingo, 26 de agosto de 2012

'El Caballero Oscuro. La Leyenda Renace'

'The Dark Knight Rises', de Christopher Nolan. E.E.U.U. (2012)

Y al fin llegamos a la esperada conclusión de la trilogía sobre Batman de Christopher Nolan. Han pasado ocho años desde los acontecimientos que derivaron en la muerte de Harvey Dent a menos del justiciero enmascarado Batman, convirtiéndose éste en un fugitivo de la ley. La paz ha llegado por fin a Gotham, la ley Dent, creada en base al fallecido fiscal que murió como un héroe, ejerce un férreo control sobre los delincuentes que se ven encarcelados en cuanto son sospechosos. La calma reina en la ciudad y Batman no solo no es necesario, sino que es considerado un asesino.

Mientras tanto, Bruce Wayne (repitiendo Christian Bale), vive encerrado en su mansión, retirado del mundo y sumido en su dolor tras la muerte de Rachel y la persecución sufrida por Batman. Alfred (Michael Caine) se encarga de cuidarle, pero el extremo desgaste físico, las malas decisiones empresariales que le han hecho perder parte de su fortuna y su estado de ánimo, han hecho de Wayne una leyenda a los ojos de la opinión pública e incluso de alguno de sus conocidos.

Pero como ocurre con toda calma, la tempestad que se avecina esta vez será temible. Bane (Tom Hardy), un terrorista adiestrado por la Liga de las Sombras y sin pasado, planea destruir de una vez por todas a la ciudad de Gotham, sumiéndola en el caos más absoluto, lo que obligará a un retirado Batman a volver a enfundarse el traje.
Por suerte para él, encontrará apoyo en el Comisario Gordon (Gary Oldman), un joven agente que confía en el regreso del caballero oscuro, John Blake (Joseph Gordon-Levitt) y una ladrona de guante blanco conocida como la Gata (Anne Hathaway), ambigua y peligrosa, en la que no le quedará más remedio que confiar si quiere sobrevivir.

La paz y el dolor han hecho de Batman un símbolo, una leyenda desaparecida en unos tiempos que ya no le necesitan. Aislado en su mansión, Bruce Wayne se regodea en su dolor y saborea la amarga victoria conseguida tras la muerte de Dent. La entrada en escena de Bane reavivará la esencia del justiciero en Wayne, quien, a pesar de la negativa de Alfred y su reticencia inicial, no puede evitar ir implicándose poco a poco en el conflicto hasta que, de nuevo, vuelva a salir a la luz pública tanto él, como Batman.
Pero, ¿qué hacer contra un enemigo que te conoce y te supera? Ni el apoyo de los suyos, ni de su nueva socia Miranda (Marion Cotillard), ni de Lucius Fox (Morgan Freeman) y sus inventos, ni el de la policia de Gotham, que también le persigue, impedirá que tanto la ciudad como el justiciero enmascarado caigan en desgracia.

Destrozado, arrebatado de todo, ante una ciudad que tiene las horas contadas y abandonado por todo el mundo, Wayne deberá volver a sus orígenes y volver a encontrarse a sí mismo si quiere salvar aquello que ama. Por suerte para él, no estará solo y la ladrona Selina Kyle así como la policia de la ciudad, liderada por el comisario Gordon, intentarán que Bane no se salga con la suya.

La película es un cierre majestuoso a la trilogía iniciada siete años antes por Nolan, donde se introducen detalles de las anteriores películas para unir y dar el cierre definitivo a las aventuras de Batman. Se deja muy claro desde el principio que Batman no necesita ser un hombre, solo un símbolo de lucha en el que la gente pueda depositar sus esperanzas. Sin embargo, ese símbolo se tiñó de vergüenza al asumir las muertes causadas por Dent y la del propio fiscal, por lo que la actuación de Bane tras la presión ejercida por la Ley Dent, parece una liberación para los ciudadanos, que prefieren asumir el estado de terror impuesto por el terrorista antes de rebelarse contra él.

A pesar de los cambios que los propios hermanos Nolan han reconocido en el guión, debido sobretodo a que tenían el primero concebido para el retorno del Joker, antes del fallecimiento de Ledger, la película es una gozada visual y un entretenimiento que no hace largas las casi dos horas y media que dura.
Se abandona, en parte, el trasfondo de cine negro que tenía la anterior película y se opta por un argumento grandilocuente, con muchísima más complejidad y más cercano al mundo del cómic, pero sin abandonar la oscuridad y el realismo que caracterizan a esta trilogía desde su inicio en 2005 con 'Batman Begins', centrándonos más en la figura de Batman/Bruce Wayne que en las anteriores, sin desmerecer a todos los demás secundarios, su vida y el papel que tiene que desempeñar, sobretodo Blake y Bane, cuya historia a través de flashbacks vuelve a ser un recurso de los utilizados por Nolan frecuentemente en sus películas.
Sobre el cierre de la trilogía, a parte de decir que me gustó mucho y que la pondría al mismo nivel que la anterior cinta, no podría decir si ese final está hecho para que Warner y DC Comics puedan seguir hasta llevar al cine a la Liga de Justicia o no tiene nada que ver y pone punto final a la historia de Batman, en consonancia con las constantes referencias al símbolo y no al hombre que en la película se dan.
Le doy un 9'2/10 a esta espectacular conclusión de una de las mejores sagas del cine moderno.
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martes, 21 de agosto de 2012

'El Caballero Oscuro'

'The Dark Knight', de Christopher Nolan. E.E.U.U. (2008)

Han pasado un par de años desde que el encapuchado Batman (Christian Bale) apareciera en la ciudad de Gotham y encerrase a los hombres de Falcone, el capo mafioso de la ciudad, así como que impidiera el plan de Ra's al Ghul. El héroe enmascarado es todo un símbolo de la lucha contra el crimen hasta el punto de contar con varios imitadores. Pero ante el vacío en el liderazgo de la delincuencia dejado por Falcone, muchas bandas mafiosas se disputan el pastel que reporta la ciudad de Gotham y pese a la cada vez más frecuente presencia de Batman, la ciudad presenta una escalada de crímenes y de un criminal en particular, llamado el Joker (Heath Ledger), que pondrán a la ciudad en auténticas dificultades.

Pero no todo es oscuro en el futuro de Gotham. Harvey Dent (Aaron Eckhart), el nuevo fiscal del distrito aparece como un rayo de esperanza en la lucha contra el crímen por los medios legales. Ayudado por su ayudante Rachel (Maggie Gyllenhaal) y por el teniente James Gordon (Gary Oldman), Harvey Dent se instaura como el Caballo Blanco que puede acabar con la corrupción y el crimen en la agotada ciudad.

La ciudad de Gotham lucha por recuperarse. La aparición de Batman fue el primer paso, pero no es suficiente. Alguien visible, un rostro que inspire confianza, determinación y legalidad, se alza ante el público de la mano del nuevo fiscal del distrito, Harvey Dent, dispuesto a no detenerse, a ser incorruptible hasta que el último de los criminales pague por sus delitos.
Pero no es él el único que aparece. Un psicópata vestido con un traje morado, con la cara pintada de blanco y el pelo tintado de verde que se hace llamar el Joker, hace acto de presencia en la ciudad atracando los bancos donde la mafia guarda su dinero. Agobiados por este nuevo loco, la furiosa persecución de Batman y el poder creciente de Dent, los mafiosos deciden confiar en el Joker para que acabe con sus enemigos. De esta forma, se desata una auténtica serie de atentados de la mano del psicópata disfrazado que, más que acabar con Batman, desea el hundimiento y llegar a corromper a aquellos que se creen intachables en su lucha por la justicia.
Joker miente al decir que no tiene un plan, porque lo tiene, y en su desquiciada mente prepara el golpe que hundirá en la desesperación definitivamente a la ciudad de Gotham y a sus héroes.

Esta segunda entrega de las aventuras de Batman, dirigida nuevamente por Christopher Nolan, supuso un acercamiento todavía más oscuro e intenso a la historia del hombre murciélago creado por Bob Kane en los años 30. La película, que supuso un cambio en la concepción del cine de súper héroes, es una excelente obra de acción y un thriller policiaco con dos personajes disfrazados que, pese a que juegan un importante papel, en ocasiones no son el eje principal de la historia. Ello se puede apreciar desde la primera escena del atraco al banco, comparada con escenas ya míticas, como la de 'Heat', hasta la trama para atacar a los altos cargos de la ciudad o la propia fuga del Joker de comisaría.
Repite el reparto principal de la primera cinta, con Morgan Freeman como Lucius Fox y Michael Caine como Alfred, el mayordomo de Bruce Wayne, con la excepción de Maggie Gyllenhaal que sustituyó y mejoró el personaje de Rachel, en vez de Katie Holmes.
Todas las interpretaciones son destacables, pero si hay un personaje que se eleva por encima del resto ese es el Joker del fallecido Heath Ledger, que murió seis meses antes del estreno de la película. El histrionismo, la falta de escrúpulos, su macabro sentido del humor y su privilegiada mente dotaron y reversionaron un personaje que en su anterior versión fue llevado al cine por Jack Nicholson, hasta un aire más moderno y peligroso si cabe. Un agente del caos, como a él se refieren, que tan solo quiere ver el mundo arder por el mero placer de ver como se hunde en sus cimientos. Su constancia para derribar a los ídolos de la ciudad antes de sumir a la misma en el caos es un magnífico plan que dirige toda la película hasta donde Nolan quiere.

No se puede ignorar a Bale, que tras enfundarse de nuevo el traje de Batman, dota de
mayor firmeza y seguridad al multimillonario vengador, mostrando la experiencia que ya ha ido adquiriendo; ni a Aaron Eckhart quien representa de una manera fría y creíble el cambio que se va produciendo en Harvey Dent, pasando de ser la esperanza de la ciudad a convertirse en un vengativo desquiciado, echado a perder y corrompido por las maldades del Joker.

'El Caballero Oscuro' se convirtió en la película de héroes más alabada, oscura y realista de todas las estrenadas hasta el momento, agradando a crítica y público por igual y convirtiéndose en una secuela muchísimo mejor que su predecesora, hasta el punto de hacer que a Nolan le costase superarse en la última entrega de su trilogía sobre el hombre murciélago.
Le doy un 9'4/10.
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jueves, 9 de agosto de 2012

'Batman Begins'

'Batman Begins', de Christopher Nolan. E.E.U.U. (2005)

Debido al estreno de la última cinta de la trilogía sobre Batman que Nolan y Bale han llevado a cabo para la Warner Bros, me puse a revisionar las dos primeras entregas y como no las había comentado todavía, voy a ello antes de dar mi opinión sobre el capítulo final.
Bruce Wayne (Christian Bale), es el heredero de la acaudalada familia Wayne, de las más importantes de la ciudad de Gotham, huérfano desde pequeño, pues sus padres murieron víctimas de un atracador. Nublado por la venganza y el odio, sintiéndose impotente ante la corrupción de una ciudad por la que sus padres lucharon e incomprendido por su amor de la infancia Rachel Dowes (Katie Holmes), Wayne desaparece del mundo.
Será en una aislada prisión asiática donde un hombre (Liam Neeson), le encuentre y le ofrezca un mayor entrenamiento y un objetivo para poder utilizar sus miedos y su fuerza en pos de un objetivo superior uniéndose a la Liga de las Sombras.

Por ello, cuando Bruce Wayne vuelve a Gotham siete años después, su fiel mayordomo Alfred (Michael Caine) será la piedra angular y el apoyo del ambicioso proyecto del millonario: convertirse en un justiciero nocturno llamado Batman que acabe con el crimen organizado de la ciudad.

Ayudado por Lucius Fox (Morgan Freeman), que le proporcionará todo tipo de mecanismos e ingenios científicos, Wayne comienza su lucha contra el crimen organizado sin saber que detrás de la mafia en la ciudad hay un mayor enemigo con el nombre de Ra's al Ghul, que planea reducir la misma a cenizas. Ayudado por un siniestro psiquiatra que se apoda el Espantapájaros (Cillian Murphy), los planes de Ghul avanzan sin oposición.
Batman recurrirá también al único agente de policia de Gotham no corrupto para que le ayude en su lucha contra el crimen, James Gordon (Gary Oldman).

El reinicio de la franquicia de Batman a manos de Nolan, ocho años depués de la horrible 'Batman & Robin', no pudo ser más acertado. Dotando de una mayor seriedad al personaje y de un halo de oscuridad alejado del mostrado por Burton en sus dos cintas, se nos presentó a un Batman más realista tanto en el héroe, como en las tramas y enemigos. La aparición de un villano nada mediático en la primera película, así como de la tan necesaria ayuda de gente como Fox y Alfred, le dio al personaje una mayor profundidad, huyendo del efectismo rápido y haciendo que el peso de todo recayese en una historia sólida y un personaje con sus miedos, sus dudas y sus deseos. Diferenciamos perfectamente entre Bruce Wayne y Batman en ese intento de salvar a una ciudad, a una gente, que necesita redimirse más que el protagonista de la historia.

Con pequeñas dosis de humor muy controladas, un enfoque más realista al propio héroe y los villanos y un reparto de lujo (exceptuando para mí a Katie Holmes), 'Batman Begins' supuso el exitoso reinicio de una franquicia que estaba bastante muerta, dándole una oscuridad y seriedad al personaje de DC Cómics que marcaría al resto de cintas de super héroes que tendrían que venir después de ésta.

Yo le doy un 8'4/10.
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lunes, 6 de agosto de 2012

"Legado", de Christopher Paolini

"Inheritance". E.E.U.U. y España (2011), 812 pág.

El fin está cerca. La batalla por derrocar a Galbatorix y liberar al mundo de su tiranía está a punto de acabar. Eragon y su dragona, Saphira, ya han librado innumerables combates y sobrevivido a todos ellos, haciéndose más fuertes. Pero no lo suficientes, ya que también deben enfrentarse a Murtagh y Espina, que ayudados por los eldunarís y el poder que el maléfico rey les ha dado, han superado Eragon en cuestión de meses.

Combatiendo hacia Dras Leona y Uru Baen, la capital del reino, Eragon, recuperado ya del trauma moral sobre sus orígenes, necesitará de toda la ayuda posible que su escolta de elfos, Arya y Glaedr, puedan darle para que las tropas de Nasuada sean capaces de devolver la paz al reino y acabar con el reinado de opresión que Galbatorix instauró cuando eliminó a los Jinetes.

Eragon ha liderado en muchas batallas a los vardenos, les ha guiado, junto a su primo Roran y la princesa elfa Arya, hasta el mismo corazón del imperio, guiando a los surdanos, enanos, úrgalos y elfos que se han unido en causa común para derrotar al tirano loco que esclavizó a la tierra cuando eliminó a todos los Jinetes y doblegó la voluntad de los eldunarís restantes.

Cuando el sitio a Dras Leona se acerque, Eragon, aconsejado por Arya y su guardia personal de elfos, descubrirá que no está todo lo preparado que debería. La elfa le ayudará a entrenar de nuevo su esgrima y el anciano dragón dorado Glaedr le instruirá a él y a Saphira en los ataques y defensas mentales para poder enfrentarse a Galbatorix con menos riesgos.
Por otra parte, su primo Roran partirá hacia Aroughs, una ciudad amurallada, para intentar desatascar el sitio en la zona (la solución todavía sigue pareciéndome ridícula), y poder contar así con el mayor número de tropas para el ataque a Dras Leona, donde Murtagh y Espina vigilan la ciudad.

Allí, Eragon se enfrentará nuevamente a graves peligros que le valdrán como prueba de fuego ante lo que le espera con Galbatorix, y las victorias le traeran mayores problemas de lo esperado. Se profundizará en Nasuada (o se intentará), y viviremos los terribles momentos del combate final en Uru Baen, donde todo el esfuerzo y la sangre derramada hasta ese momento dependerá de una esperada y nada previsible ayuda y del poder de la comprensión.

Con esta premisa, se inicia el último libro de la tetralogía de "El Legado" que se iniciara con una novela entretenida, sin muchas pretensiones, que al sentir el aliento de Hollywood, sus millones y la versión cinematográfica se convirtió en una obra mala, pesada y con demasiadas pretensiones.
El libro es lento, pesado, algo que se intentó solucionar en el tercero pero que viene arrastrando desde el segundo. Por supuesto, esta última entrega no se salva. Los múltiples asedios son tratados con rapidez y se solventan con la muerte de algún secundario que ha tenido dos apariciones para mostrarnos que eran difíciles, pero nada más, porque no lo consiguen. No se espera que el escritor tenga conocimientos militares, pero lógica ý sentido común sí, porque de eso se carece en, por ejemplo, las horas posteriores al ataque de Dras Leona.
El entrenamiento de Eragon es un intento de repetir lo visto en el segundo libro, para rellenar páginas y darle un motivo al autor de querer profundizar en la personalidad de su héroe. ¿Lo consigue? Para mí, obviamente, no. Eragon sigue siendo un crío con ínfulas, enamorado de la chica de turno (Arya), que poco a poco, ha aprendido a controlar sus impulsos durante más de un día.
El colmo de la previsibilidad viene cuando deciden desentrañar el último misterio pendiente de la profecía del hombre gato Solembun, el acompañante de Angela, la bruja misteriosa que funciona más como irrisorio escape a muchas situaciones que como lo que pretende ser: una mujer enigmática y con un tremendo poder que tiene que repetir que es enigmática y posee mucho poder en cada aparición para que nos quede claro; y es el colmo porque si unas páginas antes dicen "sólo nos podría salvar una gran espada", la solución al enigma y su premio será esa "gran espada" para poder derrotar al malvado Galbatorix. Vamos, que previsible es una palabra que se queda corta para describirlo.
Para rematar, la derrota de Galbatorix es paupérrima. No ya por recordarme a los destrozos causados por Cthutchik en "Las Crónicas de Belgarath", con un plus añadido claro, sino por la forma de ganarle. No es creíble que el desquiciado malvado malísimo que solo desea ser el bueno, se encuentre tan impotente por su propia ambición sin más motivo que un indiscriminado ataque de ira.

Y para acabar, personalmente me resulta cansino y abusivo el indiscriminado uso de la magia que se ha ido haciendo en estas novelas. Que se muerde la uña, pues la repara con magia; que la colada sale sucia, pues la limpia con magia; que se tiene que afeitar, magia; limpiarse el trasero, magia; luchar con varias capas de armadura invisible, magia; y así hasta el infinito de ridículas situaciones. Cuando se le da un uso tan mundano a la magia y a la vez no para de repetirse lo peligrosa que es, que te agota muchísimo, que debe de usarse solo en casos necesarios, todo ello se resquebraja y no queda creíble. ¿Por qué en ocasiones Eragon sí se cansa y en otras no para de lanzar hechizos y no le pasa nada? Y no, no me vale que me digan que a veces tiene ayuda, porque no suelen coincidir las ocasiones.

Resumiendo, triste cierre de la historia, en ocasiones parecía querer remontar, pero en general, careciendo de la fuerza e interés suficiente. Una larga letanía es su lectura, con un final sin fuerza, sin esencia alguna (sobran muchas de las páginas de "y después..."), y un desarrollo en ocasiones atropellado y pesado. Con trescientas o cuatrocientas páginas menos, tal vez el libro hubiera sido algo mejor.
Le doy un 5'3/10.
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