lunes, 20 de septiembre de 2010

El idiota

Me siento idiota. Muy idiota. Aparte de algo desencantado con la vida que tengo y por tener ya casi 27 años, siento que he perdido la inocencia de mi juventud y el haber tenido otro tipo de vida. Desde luego, no puedo culpar a nadie más que a mí mismo por las estupideces que he podido cometer y el querer ir, muchas veces, por delante de lo que realmente necesitaba. Soy una persona simple, que se contenta haciendo las tonterías más banales y superficiales que se pueden encontrar (aunque muchas de ellas necesiten de algo de dinero para empezar), pero nada más.

Lo ridículo de todo es plantearse que estás así porque al ver una serie romántica de dibujos, recuerdas que tú alguna vez fuiste parecido a ese chico tonto, que no se entera de nada, enamoradizo y algo pervertido, al que la vida real no le trató como te tratan los mangas. Cualquiera diría que tuve una mala vida, nada más lejos de la realidad, fue bastante discreta y no me faltó de nada material, aunque a veces pueda quejarme. Fui un ingenuo, eso sí. Un niño enamoradizo en el colegio que no conseguía nada, que no sabía qué era el amor pero aún así, seguía sintiéndome especial cada vez que una chica me dedicaba unas palabras. Lo peor es que eso llegó hasta el instituto y allí, por tonto, por probar, por no hacerle daño a nadie, me dejé envolver en una relación que quise convertir en idílica, imaginarme que era así, cuando en realidad, no existía. Las fisuras, que no se veían al principio, las encontré al año por mi mismo, por mi actitud y los actos que quería hacer, independientemente de todos lo que hizo la otra persona. Si de verdad amas a alguien, lo último que intentas es llenar lo que consideras que son vacíos en tu interior con conversaciones, respeto y confianza que no es capaz de darte tu pareja. Si tienes que ocultar tus sentimientos y tus sensaciones, si no tienes completa libertad para hablar de cómo te sientes o lo que querrías, si la otra persona no siente que debe estar tan volcada en ti como uno debería estarlo con ella, no hay que ser un genio para darse cuenta de que algo falla.

Y todo esto no es porque eche de menos una relación anterior, ni mucho menos. Solo detesto esa relación porque me robó la inocencia, porque ese inicio dio lugar a varios años donde perdí lo que era yo en un principio y me convertí en alguien peor, y hoy en día, consecuencia de eso, no soy ni el del principio, ni aquel, pero no estoy contento con mi yo actual. Cuando inicié mi actual relación, lo hicimos sin inocencia. Fue apresurado, rápido y de nuevo fue culpa mía, porque ante todo buscaba lo que se suponía que era el mejor modelo a seguir: el ligón que había intentado ser durante ese año, picoteando de un par de flores sin que eso llenara hueco alguno o me produjera mayor satisfacción que poderme henchirme de orgullo como un pavo de vez en cuando y demostrarme algo cuya necesidad de demostración era igual de supérflua que el pensamiento sobre el que se edificó. He intentado solucionar los cimientos con los que se comenzó esta relación actual. Fue rápida, yo fui muy rápido, ella también, al fin y al cabo, ya teníamos 21 años, no eramos niños. Pero cuando yo iba a un lado, ella no lo quería... ibamos descompasados, como si no hubieramos sincronizado nuestro ritmo, ni nuestros deseos. No estábamos enamorados a la misma vez y actuamos finalmente porque íbamos a separarnos y, a veces pienso, que nos dio miedo volver a enfrentarnos a la soledad. Porque, seamos sinceros, todos los seres humanos buscan alguien a quien idolatrar y a quien adorar, alguien ante quien se sientan especiales y a quien desean que se sienta más especial, no importa el como; amar y ser amado. Ahora estoy en plan "cursi", que espectáculo. Seguro que si ella pudiera leer esto en cualquier momento, pensaría que me arrepiento de estar con ella, de salir y del tiempo que hemos pasado juntos. Pero nada de eso, no tiene nada que ver con ella. Se que ha dado su mejor esfuerzo, aunque no siempre, pero quién se lo reprocha si yo he actuado igual. Siempre espero que cuando cambie la vida, cuando tenga mi propio hogar seré completamente feliz, más allá de esa sensación de paz y calma que me embarga cuando la gente me deja en paz, que es muy difícil, por supuesto, pero con el trabajo que al final he elegido, y puede que con cualquier otro, no estoy contento en nada. De aquí, a ayudar a mi padre, de ahí vuelvo aquí, con algunas pausas intermedias donde puedo verla a ella y, depende del humor, del día, de si hice algo que no le gustase... estar mejor o peor, sentirme feliz y enamorado, o solamente triste.

La maldita melancolía es una carga que llevaré toda mi vida, que me la puede causar una canción en un determinado momento, o una serie donde se refleje, hiperbolizado, el amor más puro, o el sacrificio, o la amistad... o todo eso que solo existe en las fantasías y que ilusos como yo pretenden encontrarlo en la vida real. Sea como fuere, dudo mucho que nadie pueda comprenderme nunca... sin sentirse ofendida por lo que esté contando, sin que se sienta la pieza que no encaja, porque no es así. Si hay algo que no encaja en mi vida, soy yo, puesto que da la sensación de que cambio de forma cada dos por tres, sin embargo, siempre me preocupa comentar estas cosas porque tiende a cargar ella con la culpa y a sentirse el estorbo, cuando no se da cuenta de que es el único y mejor apoyo que ahora mismo pienso que podría tener.

En fin, dejo de darle vueltas a esto, no lleva a ninguna parte salvo a marear a cualquiera que se atreviera a leerlo y causar disgustos. Pero al final lo publicaré por ella, porque casi me lo ha pedido para saber qué rumiaba en mi mente, así que... si ella lo pide, no me queda otra.


Edit: Tal y como pensaba antes de escribirlo, a esa persona no le sentó nada bien. Aunque lo gracioso fue que, lejos de sentirse atacada, decidió ridiculizar la forma en la que me sentía y los motivos que pudieran haberlo provocado. Era un animal herido que ataca porque cree que siempre le están arrinconando y no era así. He tardado en darme cuenta, he tardado en aceptar que esto no va a cambiar, que quizá nunca debió comenzar y que siempre seré el culpable, siempre habrá algo mal hecho, algo roto, algo que reparar y cambiar. No es lo que quiero, creo que tampoco lo merezco y la esperanza de los días felices ha desaparecido como lo que siempre fue, un espejismo entre brumas que me decía a mi mismo para no estar solo. Escribo esto años después de publicar la entrada. Veremos qué me deparan los años venideros.

4 comentarios:

Prala dijo...

No me causa ningún disgusto. Me pone triste porque no eres feliz y es inevitable plantearse si lo que falla en esa vida ,a parte de lo evidente que es tu trabajo cuando tu querías estudiar historia y tu familia que te asfixia pasándote sus responsabilidades,soy yo.Es inevitable plantearse si debería ser una buena novia y amiga y dejarte marchar, hacerte ese favor por la poca estabilidad que aporto a tu vida. Siendo sinceros soy una montaña rusa de sensaciones, rozo la bipolaridad y eso no te hace ningún bien, porq no cuadra con tus estados de ánimo. Si tu estas mal yo te machaco más y estoy peor,y si tu estás bien pues yo sigo mal normalmente. Asi que quizás no seas feliz porque no lo eres a mi lado,porq soy como tu dices la persona sin la cual te sentirías solo y te da miedo la soledad.

Urgit dijo...

Pues no, niña. Tu eres quien menos culpa tiene de esto y no tiene nada que ver la soledad, el estar con alguien o no, para que esté contigo.

Sí, es verdad que das más vueltas que una montaña rusa, pero eso no te hace peor persona, solo que tu también estás en una época difícil de tu vida, nada más. No te preocupes pequeña, lo superaremos. Te quiero.

Prala dijo...

No quiero ir de víctima, pero llevas mucho encima como para tener que llevarme a mi también.
Yo tb te quiero.

Urgit dijo...

Anda pequeña, deja de comerte la cabeza y de ser tan terca. No te preocupes, de verdad. No eres ninguna carga ^^. Un besote, cielete.