Para salvar a Sam de las garras de la muerte, Dean tuvo que hacer un pacto con un demonio en un cruce de caminos. El demonio no se lo pensó dos veces y aceptó el poder condenar el alma del mayor de los Winchester al infierno y le dio un año de vida para cerrar el trato.
Por dicho sacrificio y por no querer quedarse solo y perder una vez más a un familiar, Sam intentará por todos los medios encontrar la forma de romper el acuerdo que une a Dean al infierno y quedarse con su hermano. Para ello, estará dispuesto a aceptar la ayuda de una demonio llamada Ruby que les salva en alguna ocasión y que lleva un cuchillo capaz de matar demonios. Lo que ninguno de los dos hermanos sospecha es que el trato que ha cerrado Dean es el principio de un intrincado plan demoniaco que llevará al mundo al Apocalipsis, si no lo descubren y lo detienen a tiempo.
Dean está algo descontrolado. Sabe que va a terminar en el infierno y quiere llevarse por delante a cuantos monstruos y demonios se encuentre, mientras Sam ve la espiral de autodestrucción que tiene su hermano y le preocupa, intentando ayudarle a la vez que busca una forma de salvarle de ir al infierno. Para ello, y a pesar de las reticencias de Dean, aceptará ayuda de Ruby, quien le irá dando pistas sobre quien cómo salvar a su hermano, pese a que se vale de la ambigüedad característica de los demonios y parece que juega con ambos hermanos.
Por si fuera poco problema ya, los Winchester se toparán con una cazadora/vendedora de objetos malditos llamada Bella, que les dará más quebraderos de cabeza.
Conforme se acercan a la fecha límite para que Dean vaya al infierno, descubrirán que es Lilith el demonio que tiene su contrato y Ruby la pieza que puede ayudarles a acabar con ella y liberar a Dean. Pero, desgraciadamente, nada puede escapar de los sabuesos del infierno y Sam se verá solo y desesperado tras la muerte de su hermano.
La tercera temporada aumentó el interés de la serie, pese a que en Estados Unidos le redujeron el presupuesto y amenazaban con retirarla en la 4ª. Además, este año coincidió con la huelga de guionistas y la temporada acabó en 16 episodios, aunque no sufrió el corte abrupto que se apreció en otras series ese año.
Y pasan cuatro meses. Y de repente, vemos que Dean sale de una tumba y ve el sol, busca a Bobby, quien intenta matarlo al no creer que sea él. Ha salido del infierno, pero no tiene ni idea de cómo, ni porqué. Cuando se reune con Sam, el efecto que causa en su hermano es similar al del otro cazador, mostrándose incrédulo. Ahora es Sam, el hermano pequeño, el que se ha desmadrado en estos meses, retocando el Impala, cazando en solitario y estando ayudado de nuevo por Ruby, con quien mantiene una estrecha relación mientras la demonio le está enseñando a utilizar los poderes que posee por al sangre demoníaca. Es aquí cuando hace aparición por primera vez, un ángel, llamado Castiel, que afirma ser quien ha liberado a Dean del Infierno por órdenes divinas, para que detenga la rotura de los 66 sellos que cierran la prisión donde está atrapado Lucifer y, a quien Lilith está intentando liberar y cuyo primer sello fue roto por el propio Dean Winchester en los infiernos (hecho que no quiere recordar pero que otros seres del averno, como Alistair, no dejarán de hacerlo).
Asi, con una temporada más centrada en perseguir demonios y otros seres, Sam -que cada vez es más frío-, y Dean -que desconfía de los tratos que pueda tener su hermano con Ruby-, vuelven a hacer equipo para intentar evitar que Lucifer escape y traiga el armagedón a la Tierra. Ayudados por Bobby y Castiel, en esta temporada conoceremos a un profeta, a un hermano secreto y a personajes que quieren evitar que se libere Lucifer y quienes esperan todo lo contrario. Dobles juegos, desconfianza entre los hermanos y la implicación del cielo y los ángeles, en quienes nunca habían creído los Winchester, hizo de esta temporada una continuación más que interesante, con un final "brillante" que te hará desear continuar en seguida con la siguiente temporada. No es de extrañar que se renovase la serie por el aumento en las audiencias.
Y así llegamos a la quinta temporada, última retransmitida en español. Lucifer ha sido liberado y se ha desatado el apocalipsis. Por todo el planeta, demonios, criaturas infernales y los Jinetes del Apocalipsis campan a sus anchas, sembrando el caos y la destrucción, provocando innumerables muertes. Por si éste no fuera suficiente problema para ellos, Bobby quedará inválido, perdiendo un importante apoyo en sus cacerías, al igual que Castiel, quien ha desafiado al cielo por ayudar a los Winchester; pero es que, además, Sam es el recipiente para que Lucifer pueda desplegar todo su poder, utilizando mientras a un sustituto (el actor que hacía de Jacob en 'Perdidos'), y Dean se descubre como el recipiente del Arcángel Miguel: según ángeles y demonios, los dos están destinados a aceptar su destino y a dejar que Lucifer y Miguel se enfrenten en una lucha fraticida que acabará con la vida de innumerables inocentes en el intento de acabar con el fin de los días.
Los arcángeles les perseguirán, Zacarías presionará a Dean una y otra vez, mientras los hermanos deben reparar sus destrozados lazos de afecto y confianza e ir buscando una manera de acabar con Lucifer y con sus cuatro jinetes. Dioses de otras religiones, seres más poderosos que los ángeles, ayudas inesperadas (ese Crowley y su filosofía demoníaca es todo un acierto), situaciones cómicas (cómo me reí en el episodio del bromista en el que se parodían tantas series de la parrilla norteamericana o con la aparición de Paris Hilton), éfimeros regresos (volveremos a ver a Ellen y a Jo) y sacrificios finales hacen de ésta, la mejor temporada hasta el momento. Un final apoteósico, cargado de recuerdos y con una última escena que nos deja más sorprendidos aún que en el anterior fin de temporada.
Si a todo ello le sumamos una banda sonora rockera, fuerte y que siempre acompaña cuando debe, los continuos comentarios mordaces de Dean y una trama que cada vez engancha más, con sus extraños episodios, como el mencionado del bromista o el de la cara oscura de la luna, pues el resultado es que 'Sobrenatural' va cada vez a más. De hecho, la sexta temporada, recién terminada en Estados Unidos y que se suponía sería la última, ha dado paso a una renovación.
Por todo ello, al conjunto de estas temporadas le doy un 9/10.
lunes, 16 de mayo de 2011
'Sobrenatural', de la 3ª a la 5ª Temporada
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