lunes, 1 de junio de 2009

'Ran'

'Ran' de Akira Kurosawa, Japón/Francia (1985).

Considerada la obra magna del famoso director japonés, `Ran` cuenta la historia del anciano señor de la guerra Hidetora Ichimonji en el Japón feudal del S. XVI, que, viendo el ocaso de su vida cercano, decide repartir sus tierras entre sus tres hijos, ante los halagos de los dos mayores y la osadía y falta del respeto de Saburo, el pequeño, que le pregunta si acaso se ha vuelto loco al dividir todavía él en vida las tierras. Ante tales palabras, pronunciadas además en presencia de invitados, Hidetora destierra al menor de sus hijos y a su fiel criado, que serán recogidos por uno de los señores vasallos de Hidetora, mientras que decide repartir sus tierras entre los dos hermanos mayores, Taro y Jiro.

A pesar de los avisos de su hijo Saburo, del propio bufón, o de sus más allegados, Hidetora renuncia a ser el jefe, pero conservando los beneficios de patriarca. Pronto verá como Taro, su primogénito, que se deja mangonear por su esposa, comienza a imponerle reglas a su padre y a exigir un trato preferencial aún en vida de Hidetora, como el mayor respeto frente a las mujeres del patriarca, queriendo inclusive la bandera o que se desmonte la guardia personal de apenas 30 soldados que sirve al señor. Repudiado por Taro, se dirige a casa de Jiro, quien le recibe a regañadientes, excusandose en que Taro no le deja acogerle y debe respetar al nuevo líder, que es el hermano mayor, frente a su padre, a lo que Hidetora se marcha de allí indignado, vagando por sus tierras sin alimento, puesto que los campesinos también han sido amenazados de muerte si le alimentan. Es en ese instante cuando aparece el criado desterrado del hijo menor, Saburo, y le ofrece alimento y ayuda a su padre, contemplando el viejo Hidetora, por fin, quién era el hijo sensato y el que le respetaba.

Sin embargo, su orgullo le lleva a rechazar la ayuda y a refugiarse en el último de sus tres castillos, abandonado por Saburo, y cuya propiedad se disputan los otros dos hermanos. Jiro y Taro, cuando llegan al castillo y ven a su padre junto a sus tropas, deciden tomarlo por la fuerza y masacrar al viejo, pero milagrosamente, Hidetora sobrevive y tiene que ver como sus leales guardaespaldas, sus mujeres y sus concubinas, mueren protegiéndole. Cuando decide hacerse el seppukku (o harakiri), ni siquiera encuentra un arma para poder hacerlo, por lo que sale del castillo en llamas, arrastrando la funda de una katana, completamente loco.
Por ese motivo, y porque una "flecha perdida" ha matado a Taro, Jiro decide dejar vivir a su padre.

Sin embargo, mientras Hidetora vaga con el bufón por las praderas (que intenta cuidarle sin demasiado éxito mientras se ríe de él), a la espera de que Saburo le recoja con sus hombres, la mujer de Taro, antigua inquilina de ese castillo, decide manipular también a Jiro para casarse con él, para que maten a su mujer Sue y para que liquiden a Hidetora; todo ello a pesar de los consejos que el brazo derecho de Jiro, un general con un par, le da.

Como era de esperar, la avaricia de todos y el mal hacer de Hidetora llevan a la tragedia a todos los miembros de la familia, Jiro se ve asediado por otros señores de los alrededores que ven, en ese conflicto interno, la posibilidad de coquistar el señorio de los Ichimonji, mientras que Saburo, que solo quiere recoger a su anciano padre (a quien hemos visto envejecer muchísimo más durante la película en su descenso a la locura), es traicionado por Jiro, siendo asesinado cuando ya volvía para su nuevo hogar acompañado de un padre que, desesperado por los acontecimientos, muere de un infarto.

Considerada la obra cumbre de Akira Kurosawa, fue la película más cara y ambiciosa del cine nipón de la época, con un presupuesto de unos 12 millones de dólares, más de mil extras e incluso la reproducción a escala y con materiales adecuados de un castillo feudal de la época. El personaje de Hidetora está inspirado en un señor feudal japonés que también dividió sus tierras, pero con bastante mejor fortuna, además de reversionar el drama teatral de "El Rey Lear" de William Shakespeare, cambiando a las hijas por los hijos.
Ganó un Oscar al vestuario y estuvo nominada a otros tres, incluyendo mejor dirección. Kurosawa hizo algo tan colosal porque, medio ciego y viejo, pensaba que sería su última película. Incluso su mujer murió durante el rodaje.
El abuso del color rojo, sobretodo en uniformes militares y en la batalla contra los soldados de Hidetora, que la sangre brilla y es abundante, le dan un aspecto de caos y de desgracia, tal y como expresa el segundo de Saburo cuando su señor cae abatido: los hombres solo buscan el conflicto y traen la desgracia para ellos y quienes les rodean.
'Ran' significa caos, conflicto o destrucción en japonés.

La interpretación de Tatsuya Nakadai como Hidetora es lo más destacable, puesto que desde sus decisiones, el sentirse ofendido, o la forma de expresar su locura, le dan mucho realismo e importancia a drama que, en su vejez, está sufriendo este conquistador y derramador de sangre al que su pasado, ahora, le persigue sin dejarle vivir en paz.
Destaco también al general de Jiro (cuyo nombre no recuerdo), su mano derecha, inteligente, vivo y cuya katana da un buen "golpe de efecto" al final de la cinta.

Para terminar, a pesar de lo larga que es la cinta (dos horas y media) y de lo lenta que se hace muchas veces, sobretodo cuando Hidetora vaga loco por el mundo, refleja a la perfección los sentimientos más oscuros del ser humano, como la codicia, la ambición, el odio y la venganza, frente al perdón, el amor fraternal o la compasión que encuentra Hidetora a lo largo de su viaje entre la lucidez y la locura.
Es una de esas películas dramáticas que tienes que ver con mil ojos, porque sientes que su magnitud supera lo que puedes llegar a comprender y se te puede escapar algo nimio o importante, que haga que no la valores completamente.
Desde luego, es una obra maestra del cine, adaptación libre de Shakespeare, supuesta autobiografía de Kurosawa y muestra de como los deseos más fuertes de venganza y ambición pueden destruir cualquier lazo.

Creo que esta película se merece un 9/10.

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