'Dragon Ball Evolution' de James Wong, U.S.A./ Hong Kong (2009)
Primero de todo, un aviso. Si no has visto la película y te apetece pasar 87 lamentables minutos, sáltate esto, no lo leas, puesto que voy a destripar todos los entresijos de la maravillosa cinta realizada por James Wong y con guión de un tipo que ni se había leído el manga, ni ha llegado a ver la serie (verídico), para quedarme bien agusto. Repito, no leas esto, no veas la película (a menos que no te importe llorar viendo como destrozan un mito de la infancia), y si la vas a ver, vuelve aquí a leerlo cuando lo hayas hecho, porque voy a contar el argumento enterito. "¡Anda!, pero es que ¿tenía de eso?" Tenéis razón, soy demasiado benevolente, voy a contar lo que hacen Spidey, Tio Ben, la pseudo Lara Croft y demás gentucilla que sale.
Esta crítica a 'Dragon Ball Evolution' va a comenzar ahora, lo digo como último aviso. Muy bien, si seguís leyendo hasta aquí es que os habéis gastado las pelas como un servidor y habéis sufrido las consecuencias o que no queréis ver esta obra de arte, así que vamos allá.
El primer pensamiento que tenemos es ¿pero qué coño? Y dicho pensamiento se va a ir repitiendo a lo largo de cada uno de los minutos en los que estemos viendo esto. Hace 2000 años, Piccolo y Ozharu atacaron la tierra y solo unas ancianos y sabios monjes shaolin pudieron encerrar a Piccolo en un termo y hacerle algo al mono gigante que no cuentan (total, ¿para qué? pensarían). Entonces, siete viejos decrépitos crearon las Bolas de Dragón, porque les apeteció y les pareció buena idea. Comenzando con esta premisa, la cinta salta a la época actual, donde un viejete y si nieto, con cara de tonto (como odio a ese maldito actor, Justin Chatwin de las narices) están entrenandose en el tendedero de ropa. El abuelo Gohan entrena a su nieto, Son Goku (interpretado por el sobrevaloradísimo Justin Chatwin), en artes marciales porque es su hobby y le dice que no se meta en líos.
Aquí es donde empieza lo bueno. Resulta ser que Goku está cerca de cumplir los 18, va al instituto, donde es el pringado de turno y le gusta la chica -que es Chi Chi- que parece salir con el chuleta de la clase. A Goku lo maltratan psicológicamente por... por... porque les da la gana, porque no lo llegan a explicar (vamos, el guionistá pensó que si copiaba el inicio de 'Spiderman' nadie se daría cuenta) y nuestro "héroe" no se pelea con nadie porque su abuelo le dice que "un gran poder conlleva una gran responsabilidad"; perdón, quiero decir que no se meta en líos y que "tenga fe en sí mismo".
Ahora es cuando, aparte de ver a Piccolo por primera vez recolectando las bolas de dragón junto a su lugarteniente... aunque ahora que lo pienso, ¿cómo se libera Piccolo? Y lo más importante, ¿para qué diablos buscaba las bolas? ¿Alguien lo sabe? Yo creo que ni el mismo actor, cuando se leyó el guión, se fijó en ese pequeño detalle que se llama "trama" y que le da algo de sentido a la película... Bueno, a lo que iba, aquí es cuando vemos una de las escenas más patéticas de la cinta, y eso ya es decir. Goku, que está en clase, fantasea viendo a Chi Chi sobre un prado de flores comiendose una fresa en actitud bastante provocativa, hasta que le rompen el momento. Y todos recordamos como Goku era un salidorro chaval de instituto que fantaseaba con todas las chicas de su alrededor y estaba completamente coladito por Chi Chi. ¡Vamos, seguro que todos recordáis esos capítulos! Sí, es poco antes de que a Peter Parker le muerda la araña y... esto, ya me he vuelto a liar, perdón xD.
Tras esto, Goku demuestra sus habilidades de lucha abriendo las taquillas con una ráfaga de aire para ayudar a Chi Chi, que le descubre y le dice que mola mogollón y que ella también se da de tortas para divertirse, así que le invita a una macrofiesta que se va a celebrar en su casa. Ese día, que es cuando Goku cumple su mayoría de edad, decide vestirse de chulito y largarse sin despedirse de su abuelo, quien horas antes le había regalado la bola de dragón de 4 estrellas y una chaqueta de kimono naranja con el símbolo de Muten Roshi (pensemos que era del abuelo y se conserva bien la tela...). Goku se larga a la fiesta, a esquivar los puñetazos de la gente y a vacilar en una escena algo lamentable donde se dedica a dejar, a cámara lenta, que los matones de instituto se peguen entre ellos (vuelve al momento Peter Parker esquivando a Flash Tompson en 'Spiderman'). Con semejante chorrada, se liga a la chica y empieza a hablar con ella.
Pero mientras tanto, su abuelo es atacado por la lugarteniente de Piccolo, Mai, y por el propio namekiano, quien hace su entrada triunfal como si fuera un boxeador o un pandillero, tapado con la capucha y entrando con prisa y con paso "chulo". Allí, tras descubrir que el viejo no tiene la bola de dragón, derrumba la casa con él dentro y se largan. Esto da lugar a una escena bastante predecible, donde Goku llega a casa y se encuentra a su abuelo moribundo que antes de palmarla le repite que un gran poder conlleva...que no, que le dice que tenga fe en sí mismo y que busque a Muten Roshi (el Genio Tortuga de toda la vida).
Goku, tras enterrar a su abuelo, regresa a casa sin saber qué hacer. En ese momento, una joven pistolera, al más puro estilo Lara Croft, le dispara, pero Goku la desarma. La chica se presenta, se llama Bulma (sí, es Bulma porque tiene la sombra de ojos azul y un mechón de pelo del mismo color... por eso y porque lo dice ella, porque de la entrañable científica del manga... queda el nombre) y con su radar ha seguido la pista de la esfera que le robaron de una sala blindada en la Capsule Corp. Resulta lamentable como una bola brillante que no le servía para nada, estaba custodiada como si fuera algo más valioso de lo que pensaban que era; y muy increíble que tras descubrir que hay siete en total, sepa ya que va a utilizarlas para sacar energía de no se qué.. ¡¡¡pero si no sabías que existían ni para lo que valían, qué me estás contando!!!
________________________________________________________________________________(Lara Croft... digo Bulma)
Total, que mientras vemos a Piccolo recolectando bolas aquí y allá junto con su amiguita, Bulma y Goku, que se han asociado, se largan a buscar a Roshi en alguna parte. Como no, se meten en una ciudad (dato curioso, se ven unas banderillas en las que pone "Paozu", que es el nombre del monte donde vivía Goku y su familia en el manga) y allí, en una especie de isla elevada sobre un descampado, rodeada de la ciudad, se encuentra una casa cuadrada de dos pisos, bastante vieja, donde vive el Genio Tortuga (vease el intento de simil, que en vez de una isla en el oceano, es una edificación vieja aislada en la ciudad moderna... una licencia que podría perdonarse). Allí se encuentran a un rejuvenecido Muten Roshi (Chow Yun Fat) al que despiertan en una escena calcada de cuando Spiderman (otra vez... se ve que no sabían de qué otra forma hacer a Goku... es que si se ponían a ver unos capítulos de la serie o leer algo, tal vez se le cayesen los huevos al suelo) recoge la comida de Mary Jane de la bandeja, pero que aquí es Goku recogiendo piedrecitas. Entonces se despierta y se pone a luchar con Goku, sin demasiado sentido, hasta que éste le tira un poquito de aire y reconoce un movimiento de Gohan, el abuelo, que había sido discípulo suyo (y tú te quedas esperando la explicación del agua milagrosa para justificar que se conserva tan bien... o algo para no quedarte como un imbecil preguntándote porqué coño era viejo el abuelo y Muten Roshi no... pero al final, te quedas como tal).
Presentaciones vacías, tonterías variadas y se ponen a buscar la bola que tiene que tener Roshi. Aunque la bola brilla mucho muchísimo, solo Goku la ve y al tocarla, ve el futuro y al ojo de Sauron, porque hemos de decir que las bolas son los famosos palantirs de la Tierra Media... no, no me he equivocado de película y os juro que me habría encantado. En fin, aquí se ven los dos únicos destellos de Genio Tortuga que tiene el protagonista en la película: una camiseta con una chica manga y una revista de bikinis; ni chistes obscenos, ni peticiones de ver tetas o braguitas, ni nada de nada. Vamos, ni siquiera los caparazones de tortuga, o las gafas de sol...
En fin, para no deprimirnos más. Roshi recibe el mensaje de Goku de que ha vuelto Piccolo y tras recoger unas cosas y crearle un fardo gigante a Goku que se ata a la espalda (homenaje "real" al caparazón... guau), decide entrenarle antes del eclipse, que es la fecha límite para encontrar las bolas de dragón y empieza así, Goku corriendo tras la moto. Hay que destacar que para el eclipse queda menos de una semana y el entrenamiento consiste en hacer piruetas sobre la moto y correr. Para entrenar bien, se dirigían a una zona oculta y misteriosa donde se solía entrenar, pero está llena de gente que entrena para el Torneo Mundial de Artes Marciales (otro leve guiño). Allí se encuentran a Chi Chi que ¡oh dios mio! también es una luchadora que se unirá a ellos más tarde, cuando participe en el irrisorio torneo que es un tatami redondo de 10 metros de diámetro y rodeado de público, muy lejos del ring cuadrado al aire libre de la serie.
Bueno, Goku, Roshi y Bulma siguen buscando las bolas de dragón y mientras siguen el rastro de una, caen en una trampa en medio del desierto. El que preparó la trampa no es otro que un ser horriblemente feo, rubiales y con cara de lagarto aplastado... ¿no se os ocurre quien es? Pues Yamcha, metido para nada y con calzador, muy lejos de aquel tímido ladrón del desierto, atractivo y que, al menos, sabía luchar. En fin, Yamcha se une a ellos en una excavación bajo una cueva para encontrar la bola de dragón en la que hay un combate con los siervos nacidos de la sangre de Piccolo, una especie de "masillas" descerebrados, imposible de verlos en la película con claridad, al más puro estilo 'Power Rangers'. Tras partirlos muchas veces, Goku decide utilizarlos como piedras que flotan sobre la lava (no se os ocurra preguntar cómo narices han llegado al centro de la tierra. Debió de ser alguna escena de otra película, o un escenario de otro que había que reutilizar para ahorrarse el dinero, a saber) para llegar hasta la bola de dragón, que no consigue quitársela Mai. Vale, Goku tiene que llegar así, pero los demás no hacen tantas polladas, ya que parece que había algún camino más directo que el cráter de lava hirviendo y menos peligroso. ___________("Esto" es Yamcha, llorad)
(El masilla de Piccolo, surgido de su sangre, para que lo veáis con claridad, que no se ve nada claro en la película)
Con este logro, vuelven al torneo de Artes Marciales a recoger a Chi Chi, que se estaba enfrentando a Mai (¡sí que es rápida, joder!), pero que tras hacerle un corte se retira. Chi Chi se une al grupo para hacer lo que tengan que hacer, que no queda muy claro si es venganza, deseo de salvar a la humanidad, encontrar las bolas, o que tenían que ir hacia delante y no sabían como.
Total, en una nueva muestra de mediocridad, Roshi le enseña a Goku el Kame Hame Ha, una técnica de utilización de Ki que, como veremos más adelante, sirve hasta para encerar el coche y hacer palomitas de maiz. Goku no consigue aclararse con semejante baile chorra de movimientos que solo tinta el aire de un color azul pálido, por lo que Roshi decide dejarle toda la noche previa al combate definitivo (sí, la noche previa, porque misteriosamente esa casi semana se ha evaporado sin darnos cuenta... es lo que tiene viajar al centro de la tierra y volver al torneo a por la chica) practicando, mientras él le pide a un negro con perilla blanca (muchos temíamos que "eso" fuera el maestro de la torre, el gato blanco Korin, pero se llamaba Sifu Norris... así que no se que es peor) que entre todos los monjes saolines preparen un termo para que él haga el "Ma Fu Ba", la técnica con la que se encerró a Piccolo la última vez.
Como Goku no se aclara, Chi Chi aparece y le dice que cada vela que encienda, se acercará para calentarle la bragueta, por lo que Goku usa el "Zippo-Kame" para encender todas las velas de golpe y poder hincarle el diente a su novieta. Esa misma noche, a la vez se mete una escena hueca donde Bulma se le insinua a Yamcha -al feo del coreano de Yamcha- para rellenar más o justificar qué hace ahí.
____________________ (Goku practicando para poder "trincarse" a Chi Chi)
Entonces, esa misma noche, Mai se "disfraza" de Chi Chi y roba las bolas de dragón que tenían. Para escapar, enciende un muro de fuego que solo Goku se atreve a atravesar para dejar inconsciente a la auténtica Chi Chi y recibir una especie de disparo del arma de Mai que le envía al otro mundo: es decir, le manda a ver ooooooooooooooooootra vez a su abuelo, flotando sobre el agua, diciéndole "cree en tí mismo, cree en el Goku que hay en tí", etc... vamos, lo de siempre. Como no quieren que se muera, Roshi utiliza el "Cillit-Kame-Bang" para que Goku resucite, así que lo espabila.
Después de esta noche, Piccolo llega al templo del dragón, donde debe convocar a Shenron (el templo es una edificación de tierra mezcla de la ciudad capital del mundo donde Goku se enfrenta a Piccolo en el anime y el palacio de Pîlaf), pero nuestros héroes consiguen llegar a tiempo en el coche de Yamcha. Una vez allí, mientras Bulma y Yamcha intentan escapar de Mai, Goku recibe un golpe de Piccolo. Así que Roshi intenta meterlo en el termo, pero el namekiano se escapa y le golpea. Entonces Goku quiere enfrentarse a Piccolo y éste le revela la horrible verdad: él es Ozharu, que vino en un meteorito del espacio hace bastantes años (bueno, todos sabíamos que Goku era un mono gigante, vaya novedad. Lo que no sabíamos es que podía convertirse en mono SIN cola...). Así que Goku se transforma en el mono y el kimono le queda bien...
Sí, le queda bien porque estás viendo la película y piensas "¡Oh, vaya! Al menos el mono será gigante, aunque le venga la ropa". Pero no, te la han vuelto a meter. El maldito Ozharu ha supuesto un aumento de tamaño de unos 10 o 20 cm de altura para Goku y está tan paupérrimamente hecho que un niño con pegamento y pelo de animal habría sabido hacerlo mejor. ¿En qué diablos se gastaron el dinero para los efectos especiales? Porque está claro que en la película no.
(Imagen del mono del videojuego, mejor que la real)
Total, que parece ser que el mono mata a Roshi (debería morir por el esfuerzo del "Ma Fu Ba" y su muerte por el mono es... patética, por ser suave) y Goku, recordando otra vez al abuelo Gohan -que a estas alturas de película está más que atragantado- sobre que busque el Goku que hay en tí (parece el slogan de Frosties de Kellogs, "Despierta el tigre que hay en tí"). Así que Goku deja de ser un mono y se pone a luchar con Piccolo... hace una ráfaga de aire azul (antes conocida como Kame) y salta con los puños en alto hacia Piccolo, derrotándolo. Aquí esperábamos ver muerto a Piccolo y lanzar el huevo de su hijo, pero nada de nada.
Luego hacen un estúpido baile para convocar al dragón, que de tan dorado que es, tan amorfo y tan brillante, parece sacado de una de esas versiones de la serie que hacían los coreanos y los chinos allá por los 80, con efectos de cartón piedra y estrellitas dignos del cineExin. Bueno, que resucitan a Roshi, que más que muerto parece que dormía la siesta, y todos juntitos se largan (entremedias Yamcha y Bulma se lían y se cargan a base de tiros a Mai, pero ¿a quién le importa eso? No vale un carajo el argumento principal, como para preocuparse de las subtramas) y fin de la película.
Es entonces cuando aparece una de las escenas más recordadas, irrisorias y tristes de la historia del cine y de la susodicha Dragon Ball Evolution: una mujer japonesa que sobrevivió al primer ataque de Piccolo y Mai cuando buscaban las bolas de dragón -seguramente le perdonó el namekiano sin antenas la vida- prepara sopa y alimentos para un enorme bulto que hay en una cama. Cuando se acerca, vemos a un inocente niño verde al que le falta su osito de peluche, que se da la vuelta para que le cuiden y le den de comer... -tomamos aire- ... el niño es Piccolo, a quien parece que lo han recogido de enmedio de ninguna parte para preparar la secuela... ¡¡temblad todos!!
En resumen, la película es bastante triste para todos los fans y bastante gris para quienes no lo sean. La acción es escasa, el argumento nulo y todo pasa de forma atropellada, rápida, sin dar tiempo a desarrollar a unos personajes planísimos, vacíos y tristes. Tan gran anime y manga no se merecen ese inútil intento de película que más bien parece una parodia de 'Spiderman' con más similitudes que la propia 'Superhero Movie', ya comentada antes.
Total, que esta cosa se merece un 1'8/10, siendo tremendamente generosos.
Como curiosidades, la pancarta en la ciudad que pone Paozu, que es el monte donde se crió y vivió Goku; Mai era la lugarteniente de Pilaf, único personaje que han rescatado y que de verdad acompañó a Piccolo; se desplazan en un dirigible y... la ciudad final que es el templo del dragón (menuda chorrada) parece una mezcla entre la ciudad capital de la Tierra y el palacio de Pilaf donde Son Goku se transforma por primera vez en mono gigante en la serie de dibujos.
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