miércoles, 3 de agosto de 2011

'Templario'

'Ironclad', de Jonathan English. Reino Unido/ E.E.U.U./ Alemania (2011).

Inglaterra, año 1215, S. XIII. El Rey Juan I (Paul Giamatti), conocido como el rey sin tierras, es obligado por la nobleza a firmar una Carta Magna que restringe sus derechos y reduce sus poderes, para evitar que siga gobernando a su antojo el reino, llevando el mismo a la ruina y a sus súbditos a conflictos internos.

Pero el rey no está dispuesto a aceptar dicha humillación y reuniendo un ejército de mercenarios daneses encabezado por Tiberio (Vladimir Kulich, Bulywif en 'El Guerrero Nº 13'), avanza desde el sur con la intención de recuperar su reino y hacer pagar a todos aquellos nobles y señores que le obligaron a firmar la Carta Magna.

Uno de dichos nobles, el Duque de Albany (Brian Cox), reclutará, junto a un caballero Templario llamado Marshal (James Purefoy, 'Solomon Kane'), que ha sobrevivido a un salvaje ataque a su grupo por parte del rey, a un grupo de atrevidos y leales mercenarios, antiguos compañero de Albany, y se desplazarán al castillo de Ronchester, para intentar frenar el avance del ejército Juan mientras el arzobispo Langdon pide ayuda al monarca de Francia para que entre en Inglaterra con un ejército y acabe con el rey Juan.

Marshal, que estaba hastiado de la violencia y junto con dos compañeros que regresaban de las Cruzadas, pretendía vivir en paz, sentirá la obligación de defender el castillo de Ronchester junto a los hombres que recluta Albany, como Guy, Becket (Jason Flemyng), Coteral o Marks. Una vez en la fortaleza, que apenas está guarecida con dos docenas de hombres, se harán con el control de la misma y su defensa, a pesar de la oposición del señor del lugar, Cornhill (Derek Jacobi), un anciano señor casado con lady Isabel (Kate Mara), mucho más joven que ella y con un fuerte deseo que sentirá la necesidad de apagar con Marshall.

La acción se desarrollará en su totalidad en la fortaleza, donde ataque tras ataque y sufriendo numerosas bajas, los defensores aguantarán las salvajes embestidas de las tropas salvajes del rey Juan; o quedarán sitiados a la espera de que se rindan al quedarse sin alimentos. Durante todo el conflicto, salpicado de salvajes carnicerías y batallas donde no se escatima en sangre y realismo, lady Isabel forzará hasta el extremo a Marshal con la intención descarada de llevárselo a la cama, ignorando por completo a su señor y esposo y poniendo en un difícil compromiso al caballero templario, que deberá infringir sus votos o rechazar a la "caliente" noble, mientras se preocupa por sobrevivir.

El argumento es interesante, la película está bien realizada, pero faltaría por saber cuál habría sido el resultado si hubieran contado con un presupuesto mayor a los 25 millones de dólares que se le asignó. Purefoy, Cox, Giamatti y Flemyng son de lo mejor de la película, destacando la interpretación del rey Juan y del duque de Albany sobre las demás. Las escenas de lucha están fielmente representadas, son muy reales y sangrientas, pretendiendo su director mostrarnos la verdadera crudeza de las guerras en la Edad Media.
A quien no soporto es al personaje de Kate Mara, metido con calzador en la película para añadir la sempiterna historia de amor que parece obligatoria en toda historia, sin importar lo desesperada que parezca el personaje de Isabel porque la tome un hombre y, en especial, el templario. ¿Será porque le pone muy cachonda que haya un hombre con voto de castidad que no la desee? Sea como fuere, parece que solo pretendía quitarle la fuerza a Marshal.

He de decir que fuimos a ver esta película porque gané dos invitaciones en un sorteo de CasadelLibro, si no tal vez hubiera dejado correr su visionado hasta más adelante, así que al menos, no sentí que hubiera tirado el dinero. De todos modos, no es una mala película, aunque puede que sí la sombra de lo que pudo llegar a ser con más medios.

Le doy un 6'1/10.

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