viernes, 11 de junio de 2010

'Legión'

'Legion', de Scott Stewart. U.S.A. (2010)


El fin del mundo se acerca. Dios ha perdido la fe en los hombres, se ha cansado de que la humanidad se mate entre ellos, destruya su creación y corrompa los bienes que con tanto amor les dio cuando creó la vida. Un nuevo diluvio universal no es suficiente para el Supremo Hacedor, por lo que envía a su ejército de ángeles a destruir a los hombres y, en concreto, a un niño que todavía no ha nacido y que tal vez, sea la esperanza y la redención de las personas. El Arcángel Miguel (Paul Bettany) protegerá a ese niño en el último bastión seguro de la tierra, una cafetería en medio del desierto llamada "Paradise Falls" donde han quedado aislados algunos de los supervivientes.

Con este argumento comienza 'Legión', película de acción con anodinos discursos de índole moralista, que narra la pérdida de la fe de Dios en los hombres y como uno de sus más fieles ángeles pretende devolvérsela, evitando que la destruya antes de que sea demasiado tarde.
Paul Bettany interpreta a Miguel, comandante de los ejércitos de ángeles de Dios que desciende a la tierra, se corta las alas y, armado hasta los dientes, marcha a la cafetería donde una camarera va a dar a luz inminentemente (el día de Navidad, a más señas) al niño que puede suponer el inicio de una era gloriosa para el hombre. En la cafetería se encuentra el dueño (Dennis Quaid, que ya sale en cualquier bodrio), su hijo, la camarera embarazada y el cocinero, un afroamericano con un gancho en una mano. De igual forma, encontramos a un matrimonio con su rebelde hija (Kate Walsh, que hace de madre, es la más conocida de la familia) y a un negro que responde al estereotipo de pandillero (Tyrese Gibson). Creen que están aislados del mundo hasta que llega una adorable ancianita que come carne cruda y que les ataca de un modo bastante agresivo, resistiendo los golpes y trepando al techo con agilidad hasta que la liquidan.

Tras la llegada de Miguel y una breve explicación del porqué de la situación, arma hasta los dientes a los presentes y comienzan a defenderse del ataque de deformes humanos de dientes afilados que se suponen poseídos por ángeles, que llegan a cantidades industriales en sus vehículos hasta la cafetería. Cuando parece que pueden aguantar, las dudas y los miedos comienzan a asaltar a más de uno de los que se encuentran en la cafetería, lo que provoca que poco a poco vayan muriendo. No será hasta que nazca el niño y dado que los humanos-poseídos no pueden acercarse a él, cuando haga acto de presencia el Arcángel Gabriel, que llegará con su maza multiusos (ya que trincha, le sale un aguijón, gira para batir y le salen hojas para cortar y picar) y sus alas antibalas para luchar contra Miguel y cumplir el mandato de Dios finalmente.

Si hay que agradecer algo a la película es que sea corta. Los discursos sobre la fe en las personas y el buen camino a tomar, se ven forzados por lo irreal de la situación y lo flojo del guión, amén de que los actores tampoco es que parezcan tomarse esto demasiado en serio, salvo Bettany, que tiene que justificar porqué es cabeza de cartel. Tiros y más tiros a todas partes es lo que se prometía y apenas se ven un par de escenas así ante los estúpidos humanos poseídos, que no son capaces de hacer más que matar a secundarios algo lerdos. Vuelve a explotarse la figura del niño pequeño con voz de asesino distorsionada para un par de escenas (hay que ver la forma en la que pierde el cuchillo) y pasa poco más, salvo que como todos os figuráis, Dios cambiará de opinión en el último momento y será bueno, y todo esto se justificará en un sencillo "pues porque se aburría".

Mi puntuación: un 3'6/10.

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