miércoles, 30 de septiembre de 2009

"Devoradores de Cadáveres", de Michael Crichton

"Eaters of the Dead", U.S.A. (1976). Reedición 1992. 248pag.

Todas las historias mitológicas, los poemas épicos y las leyendas tienen una base inicial, menos espectacular, pero que les da el fundamento y que encierra la realidad del cuento. Tomando como base la leyenda de "Beowulf" y unos escritos del S. X de un emisario árabe real llamado Ahmed Ibn Fahlan que tuvo contacto con las tribus rus de la antigua Rusia, Michael Crichton intentó dar una nueva vuelta de tuerca al tan versionado cántico.

En la primera edición de 1976, el autor se esforzó por que el libro pareciese un auténtico estudio, con fuentes verídicas y muchas de ellas inventadas y creadas para dar mayor realismo a la traducción auténtica y a la "falsa" del manuscrito original de Ibn Fahlan, hasta el punto de que incluyó un prólogo explicando su labor y una Bibliografía llena de falsos datos que, según revelaba el propio Crichton en el Apéndice de la reedición, le habían llevado a buscarlos más de una vez por no recordar que los había creado él mismo.
En la reedición incluye un Apéndice donde explica el porqué de este libro, su historia, qué tiene de real y que de inventado o reversionado.

El libro es corto y fácil de leer, narrado en forma de informe y remarcándose la idea de que Ibn Fahlan era un erúdito que se vio obligado a participar en los hechos que ocurren. Esto queda patente en muchos comentarios acerca de lo despreciable de algunas prácticas entre los nórdicos, o frases que remarcan que cree en un hecho por haberlo visto o si solo lo conoce de oídas y no se fía demasiado de lo que le dicen sus compañeros de viaje.

La historia es la siguiente: Ibn Fahlan ha sido "desterrado" de la Ciudad de la Luz, Damasco, por haber poseído a la mujer de un rico mercader. Como castigo, se le envía a Bulgaria, una población de Rusia (en aquella época) para que se convierta en emisario y parte con su caravana compuesta por un numeroso séquito. En uno de los poblados en los que se detienen en su largo viaje, se encontrará con un grupo de nórdicos que están debatiendo quien será el sucesor de dicho grupo, ya que su rey acaba de morir. En estas se encuentran cuando llega el hijo menor de un rey del norte, Hrotgar, enviado por su padre como un emisario para que acaben con el mal que asola su tierra.
La anciana del lugar, tras hacer las adivinaciones propias de su condición de "ángel de la muerte", comunica que el grupo de guerreros debe estar compuesto por trece, su número de la suerte, y que ese decimotercer elegido deberá venir de las tierras del sur. Así es como Ibn Fahlan se ve arrastrado a la fuerza por los nórdicos encabezados por Buliwif hacia el norte, a combatir a la amenaza innombrable que surge de las nieblas de la tierra.

Comunicándose solamente con Herger, uno de los guerreros que tiene conocimientos de latín, Ahmed emprende un viaje peligroso, lleno de datos, recopilando informaciones y narrando hechos que hemos podido ver en más de una versión cinematrográfica de "Beowulf", sobretodo de su combate contra Grendel y su madre, aquí convertidos en una anciana y bárbara tribu, un dragón luciérnaga y en una deidad prehistórica.

Es un buen libro, entretenido, corto, fácil de leer y un experimento muy curioso, que puede acercarte de forma histórica a lo que podría haber sido el auténtico inicio de una leyenda, aunque sepamos que todo es fruto de la mente de Crichton.

Le doy un 7'3/10.

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