Hoy, a pesar del madrugón al que estoy desacostumbrado (sí señores, me he levantado a las 7:45 para salir a las ocho hacia el destino, pues a las 9:30 -hora a la que suelo levantarme- había que estar allí), podemos decir que me lo he pasado bien.
El viaje de ida ha sido amenizado por mi relato del pleito que tuve ayer, de las valoraciones que hice, de la sensación que me dio de que dijera lo que dijese, pasarían de mí, de como hay que hacer las preguntas, etc. Aunque en las pregunts me ha dicho que todos lo intentan hacer y si tú no lo haces pero el contrario sí, hay que decirle al juez que se está incitando a la respuesta, para joder al otro ¡¡¡¡Mwahahahaha!!!! xD.
Una vez allí y tras enterarme bien del porqué del asunto que me había hecho madrugar "tanto", he accedido de acompañante (a pesar del recelo del abogado del "loco") al despacho donde se le tomaría declaración. Pues bien, he disfrutado de un querellado chiflado, embustero y con tintes de ser esquizofrénico, al mismo tiempo que he visto como un abogado crecido como el pavo más gordo del corral, se desinflaba por su propia arrogancia. ¡Oh, Fortuna! Qué bella y adecuada esa matización del señor letrado cuando, a punto de finalizar la declaración que su cliente había capeado dentro de sus posibilidades, le recuerda a la juez: "en ningún momento tuvo intención de injuriar o calumniar a sus compañeros del cuerpo, por eso no dió sus nombres, solo sus números de identificación".
A lo que la juez, que se había recuperado del asombro que le había causado que "nuestro amigo" el mentirosillo dijese que conocía a un amigo del abuelo de la Ministra de Defensa, Carme Chacón (para que vieramos sus influencias) y de que en el momento de poner la denuncia no fuese capaz de recordar en qué situaciones le habían amenazado y lo que le habían dicho, pero ahora sí y con detalles, vuelve a abrir los ojos.
<<- ¿Pero no ha dicho que no dio detalles porque tenía tanto miedo que no podía pensar? Aclarese, porque si lo hizo con la intención de no calumniar, significa que sabía lo que hacía y que no tenía miedo, y si tenía miedo, no podía pensar, ni preocuparse de si calumniaba o todo.
- .... (10 segundos después) .... (otros 10) .... No he entendido la pregunta.
- (La repite, explicándola más).
- Las dos.>>
Y entonces la señora juez, que ya se olía que estaba tratando con una persona que salió de sus cabales tiempo atrás y no los había vuelto a encontrar, ha ido desmontando sus afirmaciones, el tipo le ha reconocido que no tenía miedo de las amenazas de muerte, que incluso puede ser jerga común que se dice en broma y que no habló con un periodista en concreto para filtrar la denuncia a la prensa... pero con otros muchos sí, pero de otras cosas.
Mientras tanto, el abogado con el pelo de plástico (porque hay quien intenta, a base de gomina, que su cabello parezca la peluca de un click de Playmobil -va por tí, Rubén-el-estafa-Seiyas), intentaba poner parches a su desastrosa última intervención atacando a mi "jefe", protestando, o sacando irrisorias preguntas de bajo la manga.
Yo tenía que morderme los carrillos por dentro para aguantarme la risa, porque el loco se perdía en sus propias palabras y se desdecía de lo que había dicho anteriormente gracias a una juez que dominaba el arte del interrogatorio, el playmobil no paraba de girar la capucha de su pluma Montblanc, deseando que no le hubiesen designado sus "colegas" concejales, y mi "jefe" me miraba abriendo mucho los ojos para que contemplase el atolladero donde ellos solos se habían metido.
Tras terminar, con intercambio de pullas encubiertas (tan ligeras que no parecen ni pullas, pero bueno) entre los dos letrados, le dejamos con su cliente de frágil mente y nos reunimos con uno de los acusadores. Tras ponerle al corriente, sonríe. ¿Por qué? Por una sencilla razón: los días que el chiflado dice haber recibido las amenazas en el trabajo (en la denuncia por la que le acusan, decía que le amenazaban en un bar, tras haber pasadoo una noche en vela muy mala, levantarse a las 2 de la mañana y llamar al concejal a las 7 y bla bla bla), los clientes del "jefe"estaban de baja y no se incorporaron hasta el mes siguiente a sus respectivos puestos de trabajo, por lo que poco a poco, se le ha desinflado al pobre diablo la mayor de sus mentiras.
Claro está, que todo esto todavía es la investigación previa, las Diligencias que si aprecian delito, llegarán a un juicio.
Esto ha sido lo más interesante de mi mañana (no cuenta el enseñar a ponerle contraseña al pc al "jefe") y ha valido la pena el madrugón. Ahora, tras contaros y aburriros un rato con esto, voy a las frases del día:
Nuestra envidia dura más que la felicidad de aquellos a quienes envidiamos.
(La Rochefoucauld)
Me lamentaba de no tener mejores zapatos hasta que ví a un hombre que no tenía pies.
(Proverbio chino)
¡Qué gran frase esta última!
Por cierto, Su Majestad, no se desanime que ya queda menos, ya verá como mañana todo sale bien ;). Mucha suerte, te quiero.
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