lunes, 12 de julio de 2010

¡¡¡¡CAMPEONES DEL MUNDO!!!!

No, señores, no es un sueño. Anoche, 11 de Julio de 2.010, España vencía 0 a 1 a Holanda en la prórroga de la final del Mundial de Sudáfrica gracias a un disparo del enrrabietado Iniesta que perforaba la meta rival en el minuto 116 de partido, y convertía a España en ¡¡CAMPEONA DEL MUNDO!!

Después de perder el primer partido contra Suiza, nadie creía en esta selección. Fueron muchos los países (sobretodo en Sudamérica) cuya prensa rápidamente se subió al carro para ridiculizar a la Furia Roja y quitarles su etiqueta de favoritos, y hasta en España y Gran Bretaña, se comenzó a culpar hasta a la novia de Casillas, la periodista Sara Carbonero, por "desconcentrar" al portero del combinado nacional. Otros tantos -donde me incluyo-, seguimos criticando al seleccionador Del Bosque, por ser incapaz de desarrollar el buen juego que España alcanzó en 2008 bajo el mando de Luis Aragonés, y aunque no puedo evitar reconocerle cierto mérito, siento que la victoria ha sido más por la enorme calidad de los jugadores que tenemos y su entrega que por los planteamientos del sobrevalorado Del Bosque.

Sin embargo, partido a partido, España ganaba y dominaba, contra Honduras, Chile, Portugal, Paraguay, victorias casi agónicas por seguir adelante ante equipos que basaban su juego en construir un muro y frenar a nuestra selección a base de presión y golpes para evitar que desarrollara su juego. Menos mal que teníamos ahí a Xavi y a Iniesta creando jugadas, a Villa dejándose la piel, a Pedrito moviéndose por todas partes, a Puyol y a Piqué frenando a cualquier que osara acercarse a nuestra área y a San Iker Casillas parando lo imposible.

Mientras nos plantábamos en semifinales, asistíamos a la caída de una rebelde Francia y al abandono como última de grupo de la anterior ganadora, Italia. En octavos, Alemania devolvió a Inglaterra a casa y una ronda después, hacía lo mismo con la Argentina de Maradona, muy fuerte en ataque, pero vacua en defensa. Mientras tanto, Holanda eliminaba a otra de las favoritas, a Brasil.

Con los 5 goles logrados por el espléndido Villa (Bota de Plata del Mundial finalmente, igualado a goles con Muller, Bota de Oro, pero con menos asistencias que el alemán, y por delante de Sneijder y sus goles de carambola) llegábamos a semifinales y allí, Del Bosque asumía su cambio más importante: tener el valor de sentar a Fernando Torres, que no estaba jugando a nada en los partidos anteriores, y poner a Pedrito de inicio frente a Alemania. Funcionó, y de qué manera. España desplegó su mejor fútbol del campeonato y controló en todo momento a una Alemania que echó en falta a Muller y que no pudo con la solidez defensiva de España, aunque ellos, dominando el juego aéreo con Mertesacker, tampoco nos dejaban muchas opciones.

Sin embargo, apareció Puyol, ese espléndido central que se deja la vida en cada encuentro, para rematar un córner botado por Xavi, en una jugada de estrategia sugerida por el propio central al seleccionador. Golazo y a la final, a enfrentarse a Holanda, que tras cargarse a una insulsa Brasil, había dejado en la cuneta en semis a la Uruguay de Diego Forlán (inexplicáblemente elegido Balón de Oro del Mundial) y de Luis Suárez. Según los expertos, el Mundial tenía una deuda pendiente con Holanda, más concretamente con la Holanda de Neeskens y Cruyff, que en nada se parece a lo que ayer vestía de naranja.

Los pupilos de Van Marwijk salieron con las ideas muy claras: si queremos ganar a España, debemos triplicar lo que llevamos haciendo durante todo el mundial. Y esto se traducía en dar patadas. Salvaje fue que no se expulsara a De Jong por clavarle los tacos en el pecho a Xabi Alonso; salvaje fue que Van Bommel haya quedado relegado de un mediocentro con llegada a un tosco leñador que va provocando; salvaje fue que se tardara tanto en expulsar a Heitinga, y que no se amonestara cuando tocaba a Robben, Van Persie o Sneijder, quienes desafiaban a todas luces al árbitro y al buen fútbol. Sobretodo, se manchó el buen nombre que tenía esa Holanda del "fútbol total", puesto que lo que se vió ayer era todo, menos fútbol.

Menos mal que Del Bosque cambió por fin a Xabi Alonso y dio entrada a Cesc, ya que el vasco es uno de esos jugadores sobrevalorados en exceso, que en el campo estorbaba tanto a Busquets como a Xavi y cuyo estilo no compagina con los de la selección. Pero entrado Cesc (y también Torres en la 2ª parte de la prórroga, para pasearse y lesionarse solo, pero que participó en la jugada), España sacó sus últimos cartuchos y de un pase suyo, Iniesta fusiló a Stekelenburg y dio la victoria y el campeonato del mundo a la mejor selección y a los mejores jugadores del mundo en la actualidad (y no porque ganaran, si no porque lo son)

Y así fue, se consiguió, se logró. En un partido feo, contra una Holanda intratable que imponía, con la aquiscencia del árbitro británico Howard Webb, un juego más propio de una pelea de kick boxing que de un partido de fútbol, salió un "iniestazo", quien dedicó el gol al difunto espanyolista Dani Jarque, que calló las bocas de la Oranje y de todos aquellos listos (como Maradona) que nos enterraron antes de tiempo.

Por eso, hoy se les da las gracias y vivimos la resaca de la celebración y de la consecución del primer Mundial de Fútbol para España.
Por todo ello, gracias, Casillas, Reina, V. Valdés, Puyol, Piqué, Sergio Ramos, Capdevila, Arbeloa, Albiol, Marchena, X. Alonso, S. Busquets, Xavi, Javi Martínez, Iniesta, Cesc Fábregas, Jesús Navas, Pedrito, Mata, Silva, Villa, Torres, F. Llorente, por vuestro tremendo esfuerzo y no desfallecer nunca. Porque hoy podemos decir orgullosos: ¡¡SOMOS CAMPEONES DEL MUNDO!!

PD: Para el recuerdo quedarán también los momentos posteriores de la celebración, sobretodo, cuando Iker Casillas le plantó un beso a su novia, Sara Carbonero, en directo en plena entrevista, callando muchas bocas y críticas anteriores y el del enorme Capdevila, que salió con un cubo de Budweiser en la cabeza a hablar. ¡¡Qué grandes!!


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