lunes, 29 de diciembre de 2008

"Eragon", de Christopher Paolini


'Eragon' es el libro que escribió un muchacho de quince años al que le subieron mucho el autoestima y sus padres supieron colocar el manuscrito en el mercado. No deja de ser una historia más, escrita por un chaval (como muchos de nosotros alguna vez hemos intentado) con padres profesores que le corrigieron los errores, le buscaron los contactos y casi que le publicaron ellos mismos el libro, seguro que aprovechando el boom comercial que desde 'El Señor de los Anillos' y 'Harry Potter', se puede vender todo lo que tenga un leve tufillo a fantasía, sin importar quién lo ha escrito, ni la calidad de la obra.

Nos encontramos ante uno de esos libros que fue concebido para ser una película (tal y como ha reconocido el propio autor, que como no podía hacer la peli, escribió el libro), dejando mucho que desear al desarrollo de algo que no sea el propio Eragon, porque, al fin y al cabo, en una película se ve más al protagonista, y basada, enteramente, en plagios de otras obras. Resulta irónico que Paolini dijese, cuando vendía el libro, que "escribió la historia que siempre le hubiera gustado leer" cuando lo que hacían, él y sus padres, era cazar a incautos para hacerse de oro con un producto tan mediocre como la mayoría de las sagas adolescentes que están saliendo desde hace unos años para acá (que nadie nombre la horrible película, que tendré el gusto de comentar algún día). Así que, tras acometer todos los plagios posibles y reunirlos en su obra desde "El Señor de los Anillos", 'Star Wars', 'Las Crónicas de Belgarath' a 'Terramar' y 'El Ciclo de la Puerta de la Muerte' (copiando tramas, desenlace de la historia y argumentos, giros, tipos de personajes, manchas, sistema de magia y palabras, etc.). Tras desahogarnos levemente (puesto que aún soy capaz de más), vamos a hablar del libro.

Eragon es un chaval de quince años que se encuentra cazando en las montañas para llevar comida para su tío y su primo. Estando allí, se le aparece un pedrusco enorme de color azul brillante y se larga. Vuelve a su pueblo, Carvahall, e intenta cambiárselo al carnicero por carne, pero el antipático se niega. Al poco, la piedra se rompe y de ella sale un dragón pequeño, hembra, que se pone a criar Eragon encantado de tener semejante bicho a su entera disposición. Al contacto la primera vez, le crea una mancha blanca en la palma de la mano (copia de Garion). En el pueblo vive un cuenta cuentos viejo y amargado que parece un vagabundo que sabe mucho de todo, pero habla lo justo, así que como el mocoso quiere saber de dragones, se va a visitar al vagabundo llamado Brom para que le cuente más historias de jinetes y dragones.

Éste se da cuenta de que el interés de Eragon oculta algo y le descubre, justo al mismo tiempo que llegan unos monstruosos seres llamados Raz'ac enviados por el emperador que gobierna toda Alagäesia, un antiguo Jinete loco llamado Galbatorix (quien extinguió al resto que le hacían la competencia), y se cargan al tio de Eragon, obligándole a huir con el viejo que se revela como un antiguo Jinete que le ayudará a entrenarse y a ser la esperanza de los rebeldes contra la tiranía del emperador Galbatorix (¿Alguien vió a Luke Skywalker huyendo junto a Obi Wan para unirse a la resistencia y acabar con el Imperio? Curioso, ¿verdad?).

Juntos inician un viaje para llegar a los várdenos, que están escondidos en el reino enano de Farthen Dur, para ayudarles en la inminente batalla por su libertad.

Aunque el libro es bastante previsible y muy juvenil, incluso para le pensamiento de un protagonista de 15 años que se ve sobrecogido por lo que pasa a su alrededor, queda demostrado que, al menos tenía las bases de una historia que enganchaba ligeramente y que podría haberse desarrollado mucho mejor en las posteriores entregas, pese a lo que no estamos ante el peor libro. Eso sí, todas las escenas de acción y los paisajes, están narrados de forma que por narices, debas imaginarlas en forma de película. Las descripciones tienen demasiados "similes" y la mayoría son iguales. Las escenas de acción pretenden ser caóticas, pero nos cuenta hasta si el dragón inclina la uña de la garra izquierda de la pata derecha trasera para girar en dirección contraria a la que gira su cuello y es desesperante.
Además, ¿cómo iban a ser tan efectivos los Jinetes si mientras vuelan, se tiran el 70% de su tiempo preocupándose por agarrarse bien a las sillas y que su montura no los estrelle contra el suelo? Digo yo, que ya podrían haber perfeccionado las sillas de montar dragones, que parecen tontos.

En fin, 'Eragon' es una historia de fantasía entretenida, sin muchas aspiraciones, un libro que ni de lejos debería haber causado el revuelo que creó en E.E.U.U., pero qué se le va a hacer. Seguro que hay decenas de novelas de fantasía mejores que ésta (y originales al menos, no plagiadas completamente) que por no ser escritas por un niño de quince años y sus padres, se han quedado olvidadas y cogiendo polvo en alguna estantería de la librería.
Aún así, debo darle un 6/10, porque hay que reconocerle el mérito al chaval.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un libro predicible? De verdad crees eso? Bueno te lo concedo en el primer libro al menos... Pero en el tercero y el último? No podes decir nada. Si yo tengo que reprocharle algo a Paolini serían la inmensidad de detalles que le puso... Cuantas hojas para crear un espada? No es nada interezante. Pero sin embargo es una saga magnífica.

Urgit dijo...

No solo lo creo, lo afirmo. Es más, es una copia descarada de muchos libros anteriores que he leído. Paolini es un neófito en esto y encima uno que cree que es mejor de lo que en realidad es.
Sus descripciones cansan, les falta ritmo y son un intento por rellenar páginas sin decir nada.

Puedo entender que le guste a la gente, pero a mí personalmente, me parece que está sobrevalorado, pese a no ser un mal libro el primero.

Gracias por comentar!