sábado, 3 de marzo de 2012

'La Mujer de Negro'

'The Woman in Black', de James Watkins. Reino Unido/Canada/Suecia (2012).

Arthur Kipps (Daniel Radcliffe), es un joven abogado viudo en la Inglaterra de principios del S. XX. Debido a la fuerte depresión que lleva sufriendo desde la muerte de su esposa, debe aceptar el encargo de su buffet de ir a revisar los papeles de una anciana viuda que vivía sola en su mansión en una aldea rural, una antigua casa que se queda aislada del pueblo en cuanto sube la marea al estar construída en plena marisma. Aunque tedioso, el encargo parece sencillo y espera poder disfrutar cuando acabe con él de unos días de paz con su hijo y la niñera, quienes viajarán unos días después que él.

Sin embargo, la fuerte oposición de los lugareños a que se quede en el pueblo, le hace sospechar que ocultan algo relacionado con la mansión y decide ir al lugar a rebuscar entre los muchos papeles de la anciana para asegurarse de que no esconde un testamento diferente al que se le ha entregado, todo ello a pesar de que nadie en el pueblo quiere que permanezca allí. Mientras está en la casa, verá a una mujer vestida de negro desde una de las ventanas, ante una tumba, y aunque sale corriendo a cerciorarse, ya no encuentra a nadie. A partir de ahí, extraños sucesos parecen ocurrir en la casa, ¿o es la imaginación de Kipps, atormentado por la muerte de su esposa? Los aldeanos quieren echarle, directamente, pues aseguran que este extraño trae la muerte a su hogar y los fallecimientos no son meros accidentes.

Sin embargo, Kipps, ayudado por uno de los habitantes que no cree en las supersticiones, seguirá trabajando en los papeles de la mansión hasta que descubra el macabro secreto que contienen las paredes de la vieja casa y que atormenta desde hace años al pequeño pueblo.


'La Mujer de Negro' es la adaptación al cine de la novela homónima de 1983 de Susan Hill, la tercera película realizada por la resurgida productora Hammer, aquella que durante años pobló de cintas de Drácula, Frankenstein y demás relatos de terror las salas de medio mundo cuando muchos de nosotros aún no habíamos nacido.

El relato de terror victoriano tiene una más que lograda atmósfera en las siniestras marismas y en la mansión abandonada que cobra especial protagonismo después del primer tercio de película, puesto que la tensión en las averiguaciones de Kipps irán in crescendo y sin llegar a bajar en ningún momento el listón de tensión y terror que la cinta nos va a transmitir. Lo que quiero decir es que estamos ante una película de terror muy bien realizada y dirigida, donde ni te das cuenta de que estés más de un cuarto de hora sin escuchar hablar a nadie, solo compartiendo la misma tensión que el protagonista mientras sube escaleras, abre puertas y descubre habitaciones; mientras es perseguido y atormentado por el espíritu que mora en la mansión y que desvía su furia y su dolor a todos los habitantes de la aldea. Y es que el espíritu vengativo no parece tener intenciones de descansar nunca.
Si hay que poner una pega a la cinta es Radcliffe, que sin ser un mal actor, carece de la expresividad suficiente para este papel y le faltan tablas para formarse todavía. Y eso que yo no he visto las películas de Harry Potter y no le veo como el mago cada vez que salía en pantalla. Aún con todo, cumple bien en su rol -que en algunos tramos pasa a hacer de mero enlace entre el espectador y la agobiante mansión- y la película no se resiente ni un ápice por su actuación.

Estamos pues, desde la primera escena de las niñas, ante una película de terror de las de antes, sin los efectistas efectos sonoros para hacerte saltar de la silla, ni los chorros de innecesaria sangre por darle color a todo. Buena recomendación a todos los amantes del cine clásico de miedo. Le doy un 7'4/10.

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