martes, 7 de febrero de 2012

"Crónicas de Mallorea V: La Vidente de Kell", de David Eddings

"The Malloreon book V: The Seress of Kell". U.S.A. (1991), España (1992), 429 pág.

El momento de la elección entre el Niño de la Luz y la Niña de las Tinieblas se acerca peligrosamente. Tras llevar la delantera en su camino hacia Kell, el grupo formado por Garion, Belgarath, Polgara, Durnik, Ce'Nedra, Sadi, Kheldar, Liselle, Eriond y Toth ve con esperanza, pero también con temor, como el momento de recuperar al hijo del rey de Riva y acabar para siempre con la dualidad de profecías.

Pero no están solos. Beldin, el hechicero jorobado, también les acompaña, y a propuesta de la propia vidente de Kell, Cyradis, ella también se les ha unido como rehén del emperador Zakath de Mallorea, que ha terminado por ceder a los designios de la profecía y acompaña, desconcertado pero alegre, al grupo hacia el encuentro final.

Tras pasar por Kell y conseguir superar tanto las trampas de Zandramas, como las pruebas de los dalasianos, Belgarath por fín ha desentrañado el misterio oculto entre los misterios y sabe donde está el Lugar que ya no Existe. La última etapa es la isla de Perivor, un extraño reino independiente con demasiadas similitudes a la corte de Vo Mimbre. Ya ha quedado atrás, aunque aún reciente, el cómo recogieron a una loba herida en el camino y la inclusión en la hermandad del bueno de Durnik, tras haber hecho su trabajo para repeler a Nahaz en Darshiva.
El camino ha llegado a su fin y la amenaza de que uno de los compañeros de Garion perecerá en este viaje pesa sobre todos y cada uno de ellos. Por si fuera poco, Naradas, el segundo de Zandramas, intentará retrasar aún más el viaje del grupo y Garion se tendrá que enfrentar a la última y más importante decisión como Niño de la Luz: elegir a un sucesor que podría convertirse en el nuevo dios de los angaraks.

Y, mientras tanto e iniciado ya en parte en el anterior libro, vemos como se van desarrollando los hechos en Occidente. Vella y Yarblek trabajan para la reina Porenn de Drasnia; Salmissra echa de menos a Sadi, su antiguo jefe de palacio; Urgit comienza a mandar en Cthol Murgos tras su boda con Prala; Agachak ha recurrido al estúpido rey de los thulls para que le acompañen y, lo más peligroso: Barak y su hijo Unrak, Hettar, Mandorallen, Relg y Lelldorin han partido hacia Mallorea, en busca de Garion, en el enorme barco de guerra cherek del conde de Trellheim, la Gaviota.

El último libro de las "Crónicas de Mallorea" no puede presumir de sorprender al lector con su desenlace, aunque sí con la forma de prepararlo. Tras un estirado capítulo final, nos encontraremos con grandes despedidas y reencuentros en el viaje de vuelta a casa, así como con un final digno de cuento. Una pena tener que separarse de estos personajes tan carismáticos, aunque unos cuantos años después, David y Leigh sorprendieron a todos con las novelas precuela acerca de las vidas de Belgarath y Polgara, aunque no han sido traducidas.
Pero la aventura de Garion finaliza aquí y, como bien escribió Eddings:

Y por fin, mis pequeños, ha llegado la hora de cerrar el libro. Habrá otras ocasiones y otras historias, pero este cuento ha terminado.


Le doy un 8'1/10 y un notable alto a toda la saga, que sigue siendo mi favorita a pesar de los años.

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