jueves, 12 de enero de 2012

"Crónicas de Mallorea II: El Rey de los Murgos", de David Eddings

"The Malloreon book II: King of Murgos". U.S.A. (1988), España (1991), 446 pág.

Desanimados tras la frustrante campaña en el norte de Drasnia y, más aún, por las palabras de Cyradis, la extraña vidente que les habló del cumplimiento de la profecía, Belgarath, Garion y Polgara deben de partir a un nuevo viaje en busca del bebé secuestrado del rey de Riva, esta vez con la angustiosa certeza de que uno de ellos morirá y teniendo que dejar atras a grandes amigos y pilares de la vida de Garion, como a Barak, Mandorallen o Hettar.

La persecución de Zandramas, el secuestrador del pequeño Geran, hijo de Garion y Ce'Nedra, les conduce contra todo pronóstico a las tierras nyissanas de nuevo, al reino de la eterna Salmissra, de quienes no esperaban este tipo de intrigas tras los hechos acontecidos diez años antes. Y es que el rastro de Geran, que sigue con fuerza el Orbe de Aldur, les llevará desde Tolnedra hasta el inexplorado sur de Cthol Murgos donde el azar hará que se encuentren frente a frente con Urgit, el rey de los murgos.

En cuanto partan, Garion y Ce'Nedra, acompañados de Belgarath, Polgara, Durnik, el extraño niño llamado Misión, Seda, el pícaro drasniano y Toth, el guía mudo de la vidente Cyradis, el grupo parte siguiendo el rastro del príncipe rivano hacia Tolnedra, donde Seda recibirá una noticia desagradable y se les unirá un nuevo miembro, pese a las reticencias de Belgarath. De allí a Nyissa, donde dos viejos conocidos se interpondrán en el camino del grupo ofreciéndoles su inesperada ayuda, lo que les llevará a los desiertos de Cthol Murgos en su viaje hacia el sur. Descubrirán el hogar de los dagashi y su andadura les hará terminar en Rak Urga, hogar del último descendiente del loco rey Taur Urgas y rey de los murgos, Urgit. Sin embargo, el monarca murgo es más imprevisible de lo que pensaban y, también, muy diferente de lo que esperaban.

El viaje les llevará a la isla de Verkat, el extremo de Cthol Murgos, mientras Belgarath intenta encontrar en los misterios y profecías el lugar al que deben marchar para llegar antes que Zandramas y Geran y descubrir, al fin, la tarea final que el Niño de la Luz deberá cumplir para terminar, por una vez con todas, con la división del universo y restaurar lo que originó dicha fractura.

Con la incorporación de la margravina Liselle y el eunuco Sadi, así como las esporádicas apariciones de Beldin o Yarblek -el socio de Seda-, y Vella, el libro coge un buen ritmo, lleno de diálogos irónicos y situaciones que el grupo debe afrontar antes de llegar al encuentro final, sin contar con las trampas que Zandramas deja para ellos.
Ameno y entretenido, con alguna sorpresa inesperada, este segundo libro nos acerca peligrosamente a las costas de Mallorea, donde Zakath, el emperador malloreano sediento de sangre, dirige su imperio desde la guerra que continúa librando en Cthol Murgos.
A esta pequeña joyita, buena forma de iniciar el viaje empezando por territorios conocidos y adentrándonos, poco a poco, en nuevos lugares, le doy un 8'3/10.

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