miércoles, 26 de junio de 2013

'El Hombre de Acero'

'Man of Steel', de Zack Snyder. E.E.U.U. (2013).

Krypton se desmorona. Como predijo Jor-El (Russell Crowe), su civilización se ha autodestruido por siglos de contemplación y abandono y, en última instancia, por esquilmar el núcleo de su planeta en busca de recursos energéticos. Pero todavía tiene esperanza, representada en su hijo y el de Lara, el primero nacido de modo tradicional en Krypton tras cientos de años, y que ha decidido proteger enviándolo al planeta Tierra para que su civilización no caiga en el olvido y no repita los errores del pasado. Durante las revueltas en Krypton iniciadas por el General Zod (Michael Shannon), el que fuera su mejor amigo, Jor-El envía a su hijo, Kal-El, a la Tierra antes de la destrucción de su mundo.

Treinta y tres años después (las referencias mesiánicas indirectas comparando a Superman con Jesucristo estarán presentes en toda la película), un adulto Clark Kent (Henry Cavill), malvive por la Tierra, trabajando como un sin nombre y salvando a la gente en caso de problemas gracias a sus habilidades. Kent sabe que no es de este mundo y permanece oculto a todos, intentando seguir los consejos de sus padres adoptivos Jonathan (Kevin Costner), y Martha Kent (Diane Lane). Durante uno de sus trabajos, llegará a una base militar en el polo norte que investiga la aparición de un extraño objeto congelado por milenios en el hielo donde tendrá la revelación sobre su pasado y su futuro, asumiendo la identidad que verá el mundo a partir de ahora... y que coincide con la llegada de Zod y el resto de kryptonianos militares a la Tierra, en su busca.

Descubierta su identidad por la periodista Lois Lane (Amy Adams), Clark se presentará al mundo y se entregará como su salvador ante las peticiones de Zod para evitar daños a la humanidad. Pero cuando las verdaderas intenciones del General Zod y los kryptonianos se revelen, Clark asumirá su papel como defensor de la Tierra, aceptando el legado de sus padres terrestres y de Krypton y luchando por proteger a su nuevo pueblo contra los poderosos invasores.

'El hombre de acero', el prometido reinicio de la saga de Superman tras el considerado por muchos fiasco de 'Superman Returns', es un batiburrillo de efectos especiales sin fin, ni control, ni medida, en una rápida sucesión de escenas que pretenden introducirnos rápidamente en la existencia de Superman, pasando muy rápidamente y a través de flashbacks por la infancia traumática de Clark Kent por sus diferencias. Estas escenas de un joven Clark Kent sufriendo los cambios que el sol amarillo opera en su persona y la comprensión y apoyo que sus padres le dan son, con mucha diferencia, lo mejor de la cinta.
Cavill comienza perdido, como nos revela su continuo deambular sin tener claro a donde se dirige ni qué debe hacer. Podría ser un dios para cualquier terrícola, pero las enseñanzas de su padre adoptivo han calado hondo en él y se oculta, evitando mostrarse al mundo por miedo al rechazo de ser diferente, esperando su momento. Fruto de esas enseñanzas, casi al final de la cinta, descubrimos cómo fue la muerte de Jonathan y el póstumo mensaje que con ella dejaba.
En estas escenas de su infancia hasta que acepta el traje azul y rojo, es donde podemos vislumbrar la profundidad del personaje y es donde se termina la mayor labor interpretativa de Henry Cavill (quizás el Superman más portentoso físicamente), limitándose después a un último grito al final de la película. No ayuda que la mayoría de las escenas que cuentan su vida estén desordenadas, rompiendo muchas veces el ritmo narrativo de la película, aunque da la sensación de que las han ido desperdigando a lo largo del metraje para aliviar la enorme carga de acción que lleva la cinta.

Y es que acción lleva para aburrir. Desde el intenso prólogo en Krypton, donde Jor-El lucha por sobrevivir al ataque de Zod, tenemos una breve pausa hasta la aparición de los kryptonianos en la Tierra, en la que todo se convierte en un campo de batalla y Superman combate atravesando edificios, destruyendo trenes, borrando manzanas, mientras sus enemigos le zurran de lo lindo y matan a cualquier humano que se acerque más de la cuenta. Hay demasiada destrucción, pese a que sería lo lógico si comenzasen a luchar entre sí seres de tal poder, pero entre los bruscos movimientos de cámara, la rapidez de los luchadores y el número de combates, primero con Faora, luego con Zod, sin olvidar los tentáculos extraños de la nave trípode, uno termina preguntándose si deberían haber dejado en pie algo de Metrópolis para futuras cintas.
La historia de amor entre Kent y Laine es algo que todos sabemos que debe de pasar y, a pesar de ello, uno espera que haya algo de química y situaciones que hagan creíble la pareja. Lamentablemente, se obvia en favor de la acción, de militares luchando por devolver a los kryptonianos a la zona negativa y de Superman combatiendo duramente contra Zod.
Personajes como Perry White (Laurence Fishburne), son relegados a meros figurantes durante los episodios de destrucción de la ciudad; Diane Lane interpretando a Martha Kent está muy desaprovechada y Russell Crowe en sus posteriores apariciones como Jor-El, da la sensación de estar por ahí, hierático y sin mudar el gesto (aunque tal vez ese fuera su papel como conciencia, quien sabe).
En definitiva, para los amantes de la acción sin freno, 'El Hombre de Acero' es un perfecto entretenimiento y un decente reinicio de la franquicia de Superman para futuras películas (ya se han concretado la segunda y que éste debe de ser inicio del proyecto de La Liga de la Justicia), pero como historia deja mucho que desear. No se nota la mano de Goyer, ni la de Nolan, en el guión, y la dirección de Snyder ha pasado de escenas a cámara lenta en sus anteriores trabajos a duplicar la velocidad en las escenas de combates. Película entretenida y poco más. Le doy un 6/10.

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