La llamada Guerra de los Cinco Reyes casi ha llegado a su fin. Stannis Baratheon ha dejado prácticamente sin defensas Rocadragón en su marcha hacia el norte y Aguasdulces e
s la única fortaleza en la que todavía ondea el huargo de los Stark y sigue sin doblegarse al Trono de Hierro.Mientras Cersei Lannister cumple con su papel de reina regente y hace y deshace a su antojo en el Consejo y en el Reino, en el sur, la Casa Martell comienza a desvelar a cuenta gotas un plan que lleva fraguándose décadas para vengar la muerte de la princesa Elia, asesinada por Gregor Clegane cuando cayó la dinastía Targaryen en la guerra del Usurpador. Samwell Tarly parte del Muro con una importante misión, convertirse en maestre para la Guardia de la Noche y, tras la muerte de Balon Greyjoy, el Trono de Piedramar es reclamado por multitud de aspirantes, entre ellos el hermano de Balon, de Victarion y de Aeron Pelomojado, Euron Ojo de Cuervo, que ha regresado para reclamar el trono de las Islas de Hierro y, según afirma, cuenta con el poder para conquistar incluso los reinos de poniente.
Tras la sucesión de hechos terribles y el climax al que se llegó en el anterior libro, la política del Trono de Hierro parece haberse tranquilizado, salvo por el nuevo frente que se abre tras la reciente muerte de la Víbora de Dorne.
Cersei se ha hecho con el control total del Consejo privado del rey y, reinando como regente y sin una auténtica mano que le imponga su voluntad tras las desapariciones de su hermano Tyrion y su padre Tywin, la madre del rey hace y deshace a su antojo, nombrando a los miembros que le parecen mejores y rodeándose de aduladores, lo que la hace creer que hay conspiraciones por todas partes -especialmente de la prometida de su hijo y su casa, los Tyrell-. Sin embargo, ella se considera la única sucesora de su padre, la auténtica Lannister, tras abjurar de su hermano el Gnomo y afirmar no reconocer al Jaime Lannister que volvió de su cautiverio en Aguasdulces y en Harrenhal.
Sus decisiones, más llevadas por el orgullo o el miedo, le abren la puerta de la ciudad a nuevos colectivos creados durante las guerras, como los gorriones, o le procurarán la enemistad con sus súbditos y los deudores del reino. Y es que Cersei, en la supuesta calma que hay tras la finalización de la guerra, sentará las bases de nuevos conflictos que pueden llegar a estallarle en la cara.
Jaime, su mellizo, como Lord Comandante de la Guardia Real no puede evitar sentir que se ha distanciado de su hermana, a quien asegura no conocer ya, sin mencionar la culpabilidad que siente por la huida de su hermano Tyrion y lo sucedido con su padre. Deseoso de salir de Desembarco del Rey y hastiado de su hermana, acepta marchar hacia Harrenhal y Aguasdulces para poner fin -intentando cumplir su juramento a Catelyn Tully Stark-, al asedio que rodea la fortaleza y que dirige el Pez Negro. Acompañado de Ilyn Payne, intentará recuperar su valía al combate y se observa su cada vez más claro cambio de personalidad con respecto a su forma de ser anterior y los sentimientos hacia su hermana.
Uno de esos cambios lo ha vivido Brienne de Tarth. La guerrera parte con la espada Guardajuramentos, forjada con parte de los restos del mandoble de acero valyrio Nieve de Eddard Stark, y con un salvoconducto firmado por el propio rey, a la búsqueda de Sansa Stark, ya que a la pequeña Arya la han dado por muerta y Brienne desea cumplir el juramento que le hizo a Lady Catelyn encontrando a su hija. A su viaje se le unirá, sorprendentemente, el joven escudero de Tyrion, Podrick Payne, pero los rastros falsos y las pistas equivocadas harán perder más tiempo del necesario a la guerrera y meterla en problemas que no harán sino complicar su viaje.
En el Sur, de la mano de varios personajes como el Guardia Real Arys Oakheart; el guardia privado de Doran Martell, Areo Hotah; la hija de Doran, la princesa Arianne Martell, vamos contemplando el germen de la revolución, el de un odio oculto en los corazones que debido a nuevos acontecimientos, está despertando nuevamente en Dorne hacia el Trono de Hierro y la casa Lannister.
Mientras que en las Islas de Hierro, Aeron Pelomojado, Victarion Greyjoy y Asha Greyjoy, la hija del fallecido rey Balon, contemplan la celebración de una Asamblea para decidir quién se sentará en el trono de las Islas de Hierro, cada uno interesado en sus propios intereses, pero todos ellos deseosos de que Euron Ojo de Cuervo, hermano de Balon y desterrado años atrás, no sea el elegido.
Desde el muro, un asustado Samwell Tarly parte junto con Elí y el maestre Aemon hacia Antigua, para forjar su propia cadena de maestre y convertirse en alguien sabio capaz de servir mejor a la Guardia de la Noche. Un viaje en barco que resultará agotador para él y, sobretodo, para el anciano Aemon. Pasarán por las tierras de Braavos en su viaje hacia antigua y Samwell conocerá más de lo que nunca hubiera imaginado cuando su padre le desterró a la Guardia de la Noche.
Mientras tanto, presenciamos el inicio de entrenamiento de Arya Stark en la Casa del Blanco y Negro en Braavos, para convertirse en un Hombre Sin Rostro, un asesino entrenado y sin ninguna identidad. El pensamiento de la hija menor del fallecido Ned Stark de que está completamente sola en el mundo la hace desear, como ya viniera haciendo, convertirse en un instrumento para traer la muerte a aquellos que destruyeron su vida.
Su hermana Sansa, ajena a todo lo demás, se refugia en el Nido de Águilas, oculta bajo la falsa identidad de Alayne Piedra, la hija bastarda de Lord Petyr Baelish, quien ha logrado ascender rápidamente en los últimos tiempos hacia posiciones de poder cada vez mayores y quien se reconoce como el amo del resto de marionetas en el juego de tronos, que bailan y se matan a su antojo. La aparente seguridad de Sansa depende de cuanto quiera hacer de verdadero padre Meñique, pese a los planes que afirme tener para la que considera única heredera de los Stark.
En este libro, llamado por todos de transición y así considerado después de los acontecimientos acaecidos en "Tormenta de Espadas", Martin prescinde de la mayoría de sus personajes principales. No hay capítulos de Tyrion, ni de Jon Nieve, ni de Daenerys, ni de Bran, por citar a aquellos que nos acompañan desde el principio, y a otros que llevan algo menos de tiempo, como Davos.
Pese a ello, ni es un libro aburrido, ni se ha descuidado porque esté a la espera de grandes acontecimientos pues aquí comienzan a fraguarse y se dan auténticos pequeños desastres que siguen condicionando el destino de Poniente y de sus habitantes.
Sobre los personajes "olvidados"... el Gnomo estará presente en la mente de sus hermanos, atemorizada Cersei por los recuerdos de una vieja maegi que en su niñez le adivinó el futuro y le dijo que una reina más joven llegaría y se lo arrebataría todo, lo que explica su odio hacia Margaery Tyrell, y que moriría a manos de su hermano menor, revelándonos el porqué de su animadversión hacia Tyrion; y odiándose Jaime, puesto que le echa de menos pero se sabe responsable de sus últimos actos al ayudarle a escapar y, lo peor, sus últimas palabras antes de marcharse sobre los encuentros sexuales de Cersei con varios miembros de la corte.
Y Daenerys, sobre quien ya van llegando más rumores, ya se escucha que los dragones han vuelto y, por si fuera poco, parece que todos los aspirantes al trono la quieren de esposa y la van a conseguir "porque ellos lo valen".
El libro ha estado muy bien, vuelve a terminar con varios capítulos dejando en la intriga más absoluta el destino de los personajes y, desde luego, el panorama desolador que se ve por delante no tiene aspecto de mejorar en un futuro cercano. A la espera de la quinta entrega, pese a que ya está publicada en inglés y traducida por aficionados, creo que soportaré la espera con otros títulos olvidados y relecturas varias.
Le doy un 8'3/10. Leer más...
Mientras tanto, el norte ha sido asediado por las fuerzas de los hombres del hierro del rey Balon Greyjoy y hasta Invernalia se ha visto reducida a escombros. Catelyn Stark ha depositado esperanzas en los juramentos de Jaime Lannister, el Matarreyes, y Jon Nieve está aprendiendo a vivir y sentir como un hombre libre, un salvaje de más allá del muro, mientras intenta cumplir la última orden de Qhorin Mediamano.
Poco a poco, el misterio que Nelec quiere ocultar se irá mostrando y el ser de otro planeta se mostrará en la cinta que Charles ha grabado. Así que, mientras ruedan su película y se escaquean de los controles militares, cuando uno de ellos esté en peligro, el resto de amigos se lanzarán a la búsqueda y rescate, sin importar los peligros en los que puedan caer.
El hecho de que los efectos sean tan grandilocuentes, o que al final el alienígena sea hasta comprensivo, no le quitan, para mí, la esencia y el disfrute a una película de las que hacía tiempo que no veía; de esas que te hacen añorar de nuevo la infancia -y no precisamente por ir escapando del ejército-, y es que, el variopinto grupo de amigos de Joe hace que sea imposible no encariñarse con, al menos, alguno de ellos.
Partiendo del argumento principal del cuarto libro, el ataque de las brujas y la pérdida de memoria de Eric, se inició esta temporada, eso sí, mostrándonos ya el mundo de las hadas -que no se desvela hasta la novena novela-, para abrir otro frente contra al que tendrán que hacer frente en futuras temporadas. No voy a tener cuidado a la hora de salpicar spoilers en lo siguiente, así que si no habéis visto la temporada aún, no sigáis leyendo.



Las hadas se ven al principio, con la "merienda" de Claudine y la que se le aparece en el bosque a Andy Bellefleur, mientras que la tan esperada transformación de Jason en hombre pantera debido a los mordiscos de Crystal y el resto de la comunidad de Hot Shots -hilo principal del quinto libro de Sookie-, son tratados muy por encima, cerrados pronto y olvidados durante esta temporada y, sobretodo, son un bofetón a los seguidores de los libros que esperan encontrar lo mismo en la serie, liquidándose a personajes supuestamente importantes en las novelas en un suspiro.
Lo mejor, el juego que puede dar un recien fugado Russell Edgtinton del parking donde lo enterraron vivo al final de la temporada pasada y, desde luego, la situación de rebeldía en la que se han colocado Bill y Eric, mostrando el vikingo un nivel de sádismo y rapidez decapitando a los guardias brutal.
Ahora, gracias a la confirmación de la HBO y Alan Ball, tendremos que esperar otro año para ver la quinta temporada. Esta se ha diferenciado de la novela en el respecto a los brujos hombres lobo, lo cual arrastraba a otros seres al conflicto, así como la macabra batalla final que se vivía con luchas entre licántropos, cambiantes, brujos, wiccanos y vampiros, así que, eliminado el principal elemento del quinto libro en esta novela: ¿qué nos depararán los guionistas?. Pues espero que más y mejor de lo mismo.

 Para empezar, Arturo no inspira lealtad. Pretendían que fuera un muchacho, pero es que cualquiera sigue antes a Leontes o al hermano de pega de Arturo que al propio rey. La serie pretende que veamos los resultados de los consejos de Merlín y de la educación recibida en las decisiones que toma, pero el personaje que se nos presenta es irresponsable hasta la médula, un auténtico crío hasta el último episodio, donde intenta, a base de hacerse el héroe, solventar la situación.
 Eva Green en su papel de Morgana, junto a los paladines Leontes y Gawain han resultado los personajes más creíbles y bien llevados, igual que la monja que acude a Morgana desde la abadía incendiada donde la hermana del rey estuvo internada y se convierte en su más fiel consejera y en quien urde los planes.
 En resumen, un juguete demasiado caro -de hecho, es uno de los motivos de que Starz anunciase su cancelación-, que subía un poco y descendía el doble, que hacía indiferente al espectador en todo lo que sucedía, pese a los homenajes artúricos, como el extraer la espada de la roca o la obtención de Excalibur. Tal vez si no hubiera sido tan previsible el romance entre Arturo y Ginebra, si el peso del protagonismo hubiera recaído sobre otro actor con mejores expresiones que el rostro de hurón de Campbell, o si Joseph Fiennes fuese capaz de articular más expresiones en su rostro, la serie podría haber sido mejor, pero no lo fue. Ningún capítulo era capaz de mantener al espectador sentado sin despegar los ojos de la pantalla y eso y las audiencias, mandan, por lo que estamos ante una decepción más que desaparece, con más pena que gloria.