Hace tres noches, con un día de retraso, vi el último episodio de la cuarta temporada de 'True Blood', la serie sobre vampiros de la HBO inspirada en los libros de Charlaine Harris sobre Sookie Stackhouse, una camarera telépata de un pequeño pueblo de la América profunda llamado Bon Temps, que se convierte rápidamente en un imán para todo tipo de problemas y criaturas sobrenaturales.
Partiendo del argumento principal del cuarto libro, el ataque de las brujas y la pérdida de memoria de Eric, se inició esta temporada, eso sí, mostrándonos ya el mundo de las hadas -que no se desvela hasta la novena novela-, para abrir otro frente contra al que tendrán que hacer frente en futuras temporadas. No voy a tener cuidado a la hora de salpicar spoilers en lo siguiente, así que si no habéis visto la temporada aún, no sigáis leyendo.
Tras los acontecimientos del 'season finale' de la tercera temporada y los primeros minutos de ésta, mientras Sookie escapa del mundo de las hadas en unos minutos, descubrimos que en el mundo han pasado meses desde que ella desapareció y todos la daban por muerta. Bill es ahora el rey vampiro, tras haber acabado, gracias al apoyo de la AVL y la Autoridad, con Sophie-Anne; Eric le ha comprado la casa de Sookie a Jason -que ahora es agente del sheriff- en su ausencia; Alcide se ha mudado a Shreveport y ha vuelto con Debbie Pelt, que parece haberse desintoxicado del V; sin embargo, Andy Bellefleur se ha vuelto adicto al V.
Lafayette disfruta de su noviazgo con Jesús, aunque no termina de gustarle que éste le quiera llevar al camino de la magia; Tara vive en nueva Orleans con un alias falso y novia, obligándose a volver a Bon Temps cuando reaparece Sookie; Arlene y Terry intentan formar una familia, pese a los extraños hechos que ocurren alrededor del bebé y que la madre atribuye al fantasma de René; la relación de Jessica y Hoyt se irá enturbiando, mientras que Maxine Fortenberry, su madre, ha encontrado en el herido hermano de Sam Merlotte el sustituto perfecto de su hijo y, para rematar, Jason, que se estaba haciendo cargo de la manada de Hot Shots tal y como le había pedido Crystal, será encerrado allí al regresar la mujer pantera y el novio que la secuestró.
Si hay algo que se le puede premiar a esta temporada con respecto a otras ha sido el hecho de tener tantas historias secundarias abiertas que necesitasen la presencia de un gran número de personajes, haberlas encajado tan bien y haberlas ido cerrando poco a poco, siempre dejando alguna como antesala del final. Desde la nueva pareja de Sam y el lío en el que le mete su hermano Tommy, así como el conflicto con Marcus, líder de la manada de Shreveport, que aguanta hasta el penúltimo episodio y que se ve entremezclado con la historia de Alcide y Debbie y la caída final en desgracia de la mujer lobo, pasando por el descubrimiento de poderes de medium en Lafayette y el espíritu que acecha a Arlene y Terry por su hijo recién nacido.
La trama principal ha sido la dirigida por Marnie (Fiona Shaw), la modesta bruja de una tienda de Shreveport y líder de una congregación wiccana a la que pertenecen Holly o Jesús, entre otros, comienza a hacer avances en nigromancia y una infiltrada avisa a Bill, que, para intentar librarse de Eric, le ordena como rey que vaya a disolver la congregación, llegando el vampiro vikingo con sus nada sutiles métodos. Una bruja del S. XVII española (¡olé!), llamada Antonia Gavilán, de Logroño, que fue torturada y quemada en la hoguera por vampiros infiltrados en la Inquisición y que consiguió que multitud de ellos salieran en pleno día, muriendo, poseerá a la atacada Marnie y dejará sin memoria a Eric, que terminará refugiándose en casa de Sookie.
Sookie descubrirá un Eric más caballeroso, dulce e inocente que le ablandará el corazón y a quien defenderá ante Bill y el resto de sus amigos, a pesar de las crueldades que lleva haciendo durante toda su no-vida. La búsqueda de Eric y el posterior enfrentamiento con las brujas que apoyan a Marnie poseída serán el único y mayor problema de Sookie, quien se mantendrá al margen de todos los demás conflictos de la serie, algo que era raro en las anteriores temporadas.
Las hadas se ven al principio, con la "merienda" de Claudine y la que se le aparece en el bosque a Andy Bellefleur, mientras que la tan esperada transformación de Jason en hombre pantera debido a los mordiscos de Crystal y el resto de la comunidad de Hot Shots -hilo principal del quinto libro de Sookie-, son tratados muy por encima, cerrados pronto y olvidados durante esta temporada y, sobretodo, son un bofetón a los seguidores de los libros que esperan encontrar lo mismo en la serie, liquidándose a personajes supuestamente importantes en las novelas en un suspiro.
El final, sobretodo quien recibe el disparo de una enloquecida Debbie Pelt (después de que Alcide abjurase de ella), y la sangre fría de Sookie, ha sido lo mejor de un capítulo bastante sentimental y aburrido, pese a que estaba terminando con la trama principal. La muerte de Jesús ha supuesto un duro golpe para Lafayette, igual que el desprecio de Eric hacia Pam, que no puede entender qué le ven a Sookie.
Jason le ha contado la verdad a Hoyt sobre su relación con Jessica y su amigo no ha reaccionado muy bien, pero al menos ha sido sincero por una vez. Lo raro es ver aparecer al reverendo Steve Newlin, líder de la Iglesia del Sol, en la puerta de Jason convertido en vampiro, o la advertencia del espíritu de René a Arlene sobre Terry Bellefleur y su pasado. Lo mejor, el juego que puede dar un recien fugado Russell Edgtinton del parking donde lo enterraron vivo al final de la temporada pasada y, desde luego, la situación de rebeldía en la que se han colocado Bill y Eric, mostrando el vikingo un nivel de sádismo y rapidez decapitando a los guardias brutal.
Ahora, gracias a la confirmación de la HBO y Alan Ball, tendremos que esperar otro año para ver la quinta temporada. Esta se ha diferenciado de la novela en el respecto a los brujos hombres lobo, lo cual arrastraba a otros seres al conflicto, así como la macabra batalla final que se vivía con luchas entre licántropos, cambiantes, brujos, wiccanos y vampiros, así que, eliminado el principal elemento del quinto libro en esta novela: ¿qué nos depararán los guionistas?. Pues espero que más y mejor de lo mismo.
Le doy a la temporada un 7'8/10, por algún que otro altibajo en los capítulos, pero considero que se ha mantenido bastante interesante.
jueves, 15 de septiembre de 2011
Asombroso final de la 4ª temporada de 'True Blood'
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