'Sherlock Holmes. A Game of Shadows', de Guy Ritchie. E.E.U.U. (2011)
Desde que terminasen su anterior aventura, Sherlock Holmes (Robert Downey Jr.) y el Dr. Watson (Jude Law) han seguido vidas completamente distintas. Mientras que el médico prepara la celebración de su boda, cada vez más cercana, las excentricidades de Holmes han llegado a un punto extremo. Pero todo tiene su explicación, pues una serie de atentados que se les atribuyen a los anarquistas, por toda Europa, han atraído la atención del detective que ve detrás de todo esto a una mente muy similar a la suya, pero sin ningún escrúpulo: el profesor James Moriarty (interpretado por Jared Harris).
Por dicho motivo, tras recabar algo más de información, Holmes y Watson se embarcarán en una misión a lo largo de Europa para desbaratar los planes de Moriarty y evitar tanto que les maten a ellos, como que el profesor pueda conseguir sus planes. Les ayudará Madan Simza Heron (Noomi Rapace, la Lisbeth Salander de 'Los Hombres que No Amaban a las Mujeres' sueca), junto con algunos zingaros que tienen motivos para ello.
Desde Londres hasta París, Alemania y Suiza, Sherlock Holmes y John Watson seguirán las pequeñas pistas que va dejando Moriarty para intentar desentrañar su plan y adelantarse a cualquiera que sea lo que la mente criminal tiene planeado realizar. Holmes está cada vez más desquiciado y, no solo eso, sino que lo sucedido a Irene Adler convertirá el desenmascaramiento de Moriarty en algo muchísimo más personal que su afán de desentreñar misterios.
Con más escenas de acción que la primera parte, buenas dosis de humor repartidas entre toda la cinta y una horrorosa colección de disfraces de Sherlock, esta entrega se ve, además, sazonada con la particular representación por parte del británico Stephen Fry del hermano mayor de Sherlock, Mycroft Holmes, que también les ayudará gracias a su elevada posición en el gobierno británico.Quizás lo que más haya que censurar es la excesiva repetición de los flashbacks y de las deducciones de cómo va a pelear Holmes antes de hacerlo. Se repiten innecesariamente (cada vez que hay una escena de acción, viene precedida del previo "estudio"), así como la utilización en algunas escenas de la cámara lenta, que en vez de dar espectacularidad, es tan utilizada que se hace repetitivo. De lo peor también la última escena, la conclusión entre Holmes y Moriarty, porque lejos de aportar dramatismo, aunque pretenda aclarar la decisión final, se hace realmente irrisoria verles "pelear" mentalmente.
De todos modos, estamos ante una divertida película de acción, con muy buenos efectos y un argumento que cuando se descubre, revela ser más simple que intrincado, pero que no molesta en exceso. Acompañada de la magnífica banda sonora de Hans Zimmer, la segunda parte de 'Sherlock Holmes' repite en exceso lo que en la primera película resultaba efectista, convirtiéndolo en mundano y pasando casi de puntillas por las genuinas habilidades de Holmes, que no eran otras que las deductivas para resolver crímenes, y no solo para ganar peleas.
Aún así, le doy un 7/10.
viernes, 10 de febrero de 2012
'Sherlock Holmes. Juego de Sombras'
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