'Thor. The Dark World', de Alan Taylor. E.E.U.U. (2013)
Pero no todo es tranquilidad. Una antigua amenaza, encarnada hace miles de años por los elfos oscuros de Malekith (Christopher Ecclestone), está cercana a despertar con la confluencia de los siete reinos y la reaparición del Éter, un arma que le ayudará a sumir a todos los reinos en la oscuridad eterna, algo que tiempo atrás impidiera el padre de Odín.
En la Tierra todo sigue, más o menos, igual. Han pasado dos años desde el encuentro entre Thor y Jane Foster (Natalie Portman), y la científica intenta olvidarle. Sin embargo, mientras realiza estudios en Londres con su becaria Darcy (Kat Dennings) y el profesor Selvig (Stellan Skarsgard), que se ha quedado un poco ido tras la posesión de Loki durante la batalla de Nueva York, descubren por casualidad una anomalía que conecta su mundo con otros. No saben que la conjunción de los mundos se acerca de nuevo y que Malekith prometió vengarse cuando llegase el momento y sumir en la oscuridad al universo entero.
Cuando el Éter despierta, los elfos oscuros salen de su letargo y en su búsqueda del Éter saben que deben eliminar primero a su más grave enemigo, Asgard. Es ante el devastador ataque que sufren en palacio y cuesta la vida de tantos hombres inocentes que Thor solo ve una posibilidad para derrotar al elfo oscuro: sacar a Loki de las mazmorras.
Ayudado de sus compañeros de fatigas, junto con Jane Foster que se ha visto involucrada, Thor perseguirá a Malekith buscando venganza y evitar que el Éter caiga en sus manos. Sin embargo, los poderes del elfo oscuro le sobrepasan y queda perdido y desvalido junto a Jane en un erial mientras que Malekith se dirige a la Tierra, al punto de confluencia de todos los mundos, para sumirlos en la oscuridad para siempre.
La segunda entrega de las aventuras en solitario de Thor y primera tras los hechos de 'Los Vengadores', es una entretenida película de acción a la que se le pretende dar un tono oscuro y serio sin llegar a conseguirlo, puesto que hay mucho humor en prácticamente todas las escenas rebajando el clima de tensión. Encontramos pues en 'Thor: El Mundo Oscuro' una cinta más entretenida que su predecesora, en líneas generales. Hay que destacar los aciertos en la utilización del personaje de Loki, con el que Tom Hiddleston se lo pasa en grande, así como que la historia de amor entre el dios del trueno y Jane Foster esté mejor integrada en la pantalla que en la primera película del superhéroe.
Ahora bien, no todo son virtudes. Hay un desaprovechamiento completo del grupo de Sif (Jaimie Alexander), Vandral (Zachary Levi) y Volstagg (Ray Stevenson), como acompañantes de Thor, pese a tener algo más de relevancia Heimdall (Idris Elba) y Freya (Rene Russo), y la película, aunque el montaje es correcto, da la sensación de haber sido cercenada en algunas escenas que se ven demasiado cortas para que el metraje no llegase a las dos horas. Con todo, la última película de Marvel del año es un entretenimiento digno y en la escena post créditos abre el camino hacia la próxima 'Los Guardianes de la Galaxia', donde se entrega esa segunda gema del infinito que se supone es el Éter.
Pese a ello, yo le doy un 7/10.
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