"A Song of Ice and Fire V: A Dance with Dragons", 1.160 pág. E.E.U.U. (2011), España (2012).
Los acontecimientos transcurren con calma en esta entrega, paralela a "Festín de Cuervos", donde todos los personajes deben de acostumbrarse a sus nuevas situaciones, hasta sus capítulos finales, en los que finalmente todo se vuelve a precipitar hacia el más que esperado conflicto en Poniente.
En esta novela volvemos a contar con los personajes ausentes en la cuarta entrega, en situaciones que transcurren simultáneamente a las que se narraban en el cuarto volumen. Así, recuperamos a Tyrion, a Daenerys, Bran, Davos y a Jon Nieve, entre otros, incluyendo un nuevo elenco de personajes como Victarion Greyjoy, Hediondo, Melisandre, Grif el Viejo o Aero Hotah y cada cual nos sumerge en la trama de una forma muy distinta.
Así, tenemos a Daenerys Targaryen intentando reinar en Meeren y no abandonar la ciudad esclavista después de su conquista, sintiéndose vinculada a todos los libertos que la aclaman como "Madre". Rodeada de un consejo de sabios de Meeren que se dicen fieles a ella, junto a Daario Naharis, el capitán de los Cuervos de Tormenta que despierta sus pasiones, y a Ser Barristan Selmy, capitán de su guardia personal, la reina dragón intenta encontrar la paz mientras el resto de ciudades libres la asfixian con la amenaza de la guerra y la asedian. Pero la Madre de Dragones resiste, mientras ve como sus tres hijos crecen y le auguran su futura conquista de los Siete Reinos.
Junto a ella, Barristan Selmy intentará aconsejarla, aunque el anciano caballero debe de reconocer que su espada y el arte de la guerra es lo único en lo que puede ser de utilidad.
En las Ciudades Libres los rumores corren, vuelan, y la gente se lanza hacia Meeren por una razón u otra. Tyrion Lannister, perseguido y repudiado por todos sus seres queridos y huyendo de los crímenes cometidos, es enviado hacia la reina dragón por Illyrio Mopatis, el oriundo mercader conocido de Varys, para aconsejarla y ayudarla a reconquistar Poniente. En su camino se unirá a Grif el Viejo y su hijo, con un extraño grupo de gentes que también van hacia Meeren y no parecen ser en nada lo que dicen.
No es el único, Quentyn Martell, el hijo mayor de Doran Martell, viaja de incógnito con dos compañeros de armas hacia Meeren con la esperanza de prometerse a Daenerys Targaryen y unir sus casas en su deseo de conquistar Poniente para los dragones de nuevo y vengar así a su fallecida tía Elia.
Y Victarion Greyjoy, enviado por el nuevo Rey de las Islas de Hierro, su hermano Euron 'Ojo de Cuervo', recorre las costas abriéndose paso hasta la ciudad sitiada de Meeren para ser él quien despose a la reina dragón en vez de su hermano.
Mientras que en Braavos, una chica sin nombre, ni pasado, que se hacía llamar Arya Stark, prosigue con su entrenamiento con los hombres sin rostro para convertirse en una herramienta del dios de muchos rostros.
Pero las cosas en Poniente no están más tranquilas. En el Norte, Jon Nieve, flamante nuevo Gran Maestre no sabe cómo controlar la amenaza que se acerca. Los Otros se han despertado y es cuestión de tiempo que los restos del ejército de los pueblos libres caídos se levanten como cadáveres de manos frías. A la oposición y el descontento que sus muchos y pragmáticos cambios en la guardia crean en sus hombres, tiene que sumarle el tener que lidiar con Stannis Baratheon, su rígida moral y la sempiterna oferta de convertirle en el heredero Stark si le apoya en su lucha por conseguir el Trono de Hierro. Y todo ello debe afrontarlo solo, pues los únicos consejos que parecen venirle son de Melisandre, la hechicera roja de Stannis, de la que desconfía más aún que de los hombres que comparten su juramento.
Más allá del Muro, Bran Stark, guiado por Manos Frías y junto a Hodor y los hermanos Reed, se adentra en el frío norte, con el invierno a las puertas, en busca del conocimiento que los sueños de Jojen le predestinaban, junto a los primeros hombres.
En las tierras del norte, Davos Seaworth busca el favor de los pocos rebeldes norteños que no habían jurado de nuevo vasallaje al Trono de Hierro en una misión poco más que suicida, pero a la que su honor y su deuda con Stannis le empujan. Abandonado y apresado, el Caballero de la Cebolla terminará realizando lo que debe por su rey.
Y allí, dentro de unas sucias mazmorras, un ser que antes tenía nombre y era orgulloso, ahora es conocido como Hediondo. Lastimoso y herido, solo desea complacer a su señor Ramsay Bolton y ayudarle en aquello que le pida, esperando no despertar su ira de nuevo.
Los invasores del hierro, de la mano de Asha Greyjoy, resisten en un par de fortalezas norteñas en un autodestierro llevado a cabo tras desafiar al nuevo rey de Pyke, su tío Euron, aunque no saben cuanto tiempo más podrán resistir el encierro mientras las fuerzas de Bolton les hostigan.
Cuando la historia avance lo suficiente, nos encontraremos de nuevo con Jaime Lannister, quien sigue poniendo fin a su particular forma, a la rebelión en el Norte y en las Tierras de los Ríos. Sin embargo, una visita inesperada hará que se pierda su pista en los últimos momentos. Algo que Cersei, quien se enfrenta a la ira de la iglesia a la que tanto poder regaló durante su regencia, no logra comprender, pues se encuentra en peligro y espera que su hermano llegue para salvarla.
En el sur, Areo Hotah, el fiel guardia de Doran Martell, asiste a las reuniones y confabulaciones que en Lanza del Sol se llevan a cabo entre las hijas de la Víbora de Dorne y la familia del príncipe.
En resumen, Martin vuelve en esta quinta entrega a retomar los personajes más emblemáticos de su saga, centrándonos en el crudo invierno que ya está aquí y que no solo puede deparar el regreso de la reina dragón a Poniente, sino lo más peligroso e importante, la noche sin fin y el resurgir de los Otros. Quizás por ello la encontremos más interesante, aunque hay que reconocer que es un avance paralelo muy logrado y llevado donde se están moviendo muchos frentes, incluso aquellos ajenos a los protagonistas, que les acosan y pueden suponer la amenaza definitiva. Al final, se destapan las auténticos conspiradores, mostrando a que todavía permanecía medianamente en la sombra, después de que Meñique manifestase sus propias ambiciones en el anterior libro. Interesante, igual de fluido que los anteriores y dejando a todos los personajes en una situación más peliaguda si cabe que en anteriores entregas, "Danza de Dragones" mantiene el ritmo y nos prepara para los temibles "Vientos de Invierno", cuya fecha de salida es, todavía, una incógnita.
Le doy un 8'5/10. Sigue siendo insuperable el tercer volumen de la saga.
2 comentarios:
Sigo pensando que las aventuras de Drizzt son mucho mejores que lo que escribe este señor.
Mas hostias y menos puñaladas por la espalda xD
¡¡R.A. Salvatore al poder!!
Aku
No desmerezco a Salvatore, Aku, pero como aún no he leído nada de él, no puedo opinar, pero Martin lleva aquí una gran joya con todo el trabajo que ello conlleva, que es bastante.
Tu víciate a Drizzt que sus aventuras no tienen fin y eso siempre es algo bueno xD.
Yo voy ahora a ponerme con "Sangre Fría", que lo tengo sin tocar desde que me lo regalara Prala por Reyes y ya no quiero esperarme más, jaja.
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