'The Dark Knight', de Christopher Nolan. E.E.U.U. (2008)
Han pasado un par de años desde que el encapuchado Batman (Christian Bale) apareciera en la ciudad de Gotham y encerrase a los hombres de Falcone, el capo mafioso de la ciudad, así como que impidiera el plan de Ra's al Ghul. El héroe enmascarado es todo un símbolo de la lucha contra el crimen hasta el punto de contar con varios imitadores. Pero ante el vacío en el liderazgo de la delincuencia dejado por Falcone, muchas bandas mafiosas se disputan el pastel que reporta la ciudad de Gotham y pese a la cada vez más frecuente presencia de Batman, la ciudad presenta una escalada de crímenes y de un criminal en particular, llamado el Joker (Heath Ledger), que pondrán a la ciudad en auténticas dificultades.
Pero no todo es oscuro en el futuro de Gotham. Harvey Dent (Aaron Eckhart), el nuevo fiscal del distrito aparece como un rayo de esperanza en la lucha contra el crímen por los medios legales. Ayudado por su ayudante Rachel (Maggie Gyllenhaal) y por el teniente James Gordon (Gary Oldman), Harvey Dent se instaura como el Caballo Blanco que puede acabar con la corrupción y el crimen en la agotada ciudad.
La ciudad de Gotham lucha por recuperarse. La aparición de Batman fue el primer paso, pero no es suficiente. Alguien visible, un rostro que inspire confianza, determinación y legalidad, se alza ante el público de la mano del nuevo fiscal del distrito, Harvey Dent, dispuesto a no detenerse, a ser incorruptible hasta que el último de los criminales pague por sus delitos.
Pero no es él el único que aparece. Un psicópata vestido con un traje morado, con la cara pintada de blanco y el pelo tintado de verde que se hace llamar el Joker, hace acto de presencia en la ciudad atracando los bancos donde la mafia guarda su dinero. Agobiados por este nuevo loco, la furiosa persecución de Batman y el poder creciente de Dent, los mafiosos deciden confiar en el Joker para que acabe con sus enemigos. De esta forma, se desata una auténtica serie de atentados de la mano del psicópata disfrazado que, más que acabar con Batman, desea el hundimiento y llegar a corromper a aquellos que se creen intachables en su lucha por la justicia.
Joker miente al decir que no tiene un plan, porque lo tiene, y en su desquiciada mente prepara el golpe que hundirá en la desesperación definitivamente a la ciudad de Gotham y a sus héroes.
Esta segunda entrega de las aventuras de Batman, dirigida nuevamente por Christopher Nolan, supuso un acercamiento todavía más oscuro e intenso a la historia del hombre murciélago creado por Bob Kane en los años 30. La película, que supuso un cambio en la concepción del cine de súper héroes, es una excelente obra de acción y un thriller policiaco con dos personajes disfrazados que, pese a que juegan un importante papel, en ocasiones no son el eje principal de la historia. Ello se puede apreciar desde la primera escena del atraco al banco, comparada con escenas ya míticas, como la de 'Heat', hasta la trama para atacar a los altos cargos de la ciudad o la propia fuga del Joker de comisaría. Repite el reparto principal de la primera cinta, con Morgan Freeman como Lucius Fox y Michael Caine como Alfred, el mayordomo de Bruce Wayne, con la excepción de Maggie Gyllenhaal que sustituyó y mejoró el personaje de Rachel, en vez de Katie Holmes.
Todas las interpretaciones son destacables, pero si hay un personaje que se eleva por encima del resto ese es el Joker del fallecido Heath Ledger, que murió seis meses antes del estreno de la película. El histrionismo, la falta de escrúpulos, su macabro sentido del humor y su privilegiada mente dotaron y reversionaron un personaje que en su anterior versión fue llevado al cine por Jack Nicholson, hasta un aire más moderno y peligroso si cabe. Un agente del caos, como a él se refieren, que tan solo quiere ver el mundo arder por el mero placer de ver como se hunde en sus cimientos. Su constancia para derribar a los ídolos de la ciudad antes de sumir a la misma en el caos es un magnífico plan que dirige toda la película hasta donde Nolan quiere.
No se puede ignorar a Bale, que tras enfundarse de nuevo el traje de Batman, dota de mayor firmeza y seguridad al multimillonario vengador, mostrando la experiencia que ya ha ido adquiriendo; ni a Aaron Eckhart quien representa de una manera fría y creíble el cambio que se va produciendo en Harvey Dent, pasando de ser la esperanza de la ciudad a convertirse en un vengativo desquiciado, echado a perder y corrompido por las maldades del Joker.
'El Caballero Oscuro' se convirtió en la película de héroes más alabada, oscura y realista de todas las estrenadas hasta el momento, agradando a crítica y público por igual y convirtiéndose en una secuela muchísimo mejor que su predecesora, hasta el punto de hacer que a Nolan le costase superarse en la última entrega de su trilogía sobre el hombre murciélago.
Le doy un 9'4/10.
martes, 21 de agosto de 2012
'El Caballero Oscuro'
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