"Crónicas de Belgarath V: La Ciudad de las Tinieblas", de David Eddings

"The Belgariad book V: Enchanter's End Game". U.S.A. (1985), España (1986), 348 pág.

Garion, junto con Seda y Belgarath, avanzan por las tierras angaraks de Gar og Nadrak en dirección a Mallorea, a la ciudad de las tinieblas llamada Cthol Mishrak donde el joven asustado se dirige para enfrentarse al mutilado dios Torak y a su destino. Informados de sus planes los drasnianos gracias a la reina Porenn, marchan intentando evitar a los malloreanos y los grolims que campan a sus anchas por los territorios del excéntrico rey Drosta lek Thun, pues saben que cuando lleguen a Morindland, última parada antes de cruzar el continente, pueden tener serias complicaciones.

Mientras tanto, Ce'Nedra ha levantado en armas a todos los pueblos del Oeste y, junto con las legiones tolnedranas y las tropas conjuntas de Arendia, Aloria y Sendaria, marcha por las llanuras de Algaria hacia la tierra de Mishrak ac Thull, donde librar una batalla que sirva para distraer a los monarcas angaraks del verdadero propósito de su prometido. Los reyes de las naciones, dirigidos contra todo pronóstico por Rhodar, el rey de Drasnia, intentarán que su campaña relámpago sea lo suficientemente efectiva para lograr que Garion llegue sano y salvo a Mallorea.

Última entrega de la saga, los dos destinos que dirigen el devenir del mundo tendrán un colosal enfrentamiento cuando fuerzas que han guiado hasta este punto desde hace miles de años a Garion y al dios oscuro Torak, se enfrenten por fin.
Garion deberá superar sus miedos y enfrentar al dios mutilado mientras su prometida, la enérgica Ce'Nedra, presencia la batalla de Thull Mardu y como el esfuerzo de los ejércitos de todo el Oeste pende de un fino hilo ante las inumerables tropas angaraks.

Este libro reune los requisitos de todo final de saga: un enfrentamiento final entre el bien y el mal, una enorme y espectacular batalla con multitud de pueblos y tipos de tropas y un epílogo que cierra la historia con un ligero guiño pícaro final. A destacar, a parte de todos y cada unos los personajes, el papel del bueno de Durnik, así como algo que nunca me canso de leer, la entereza de Brendig ante Ariana en la enfermería y la última aparición de Lammer y Detton, los siervos arendianos que escuchó Garion cerca de las ruinas de Vo Wacune y que siguieron a Ce'Nedra por la posibilidad de comer a diario.
En esta quinta relectura, debo de reconocer que me encantan estos libros por su ingenio, sarcasmo y facilidad de lectura. El universo creado por el fallecido Eddings irradia vida propia y es fácilmente identificable con cualquier pueblo real en algún momento de nuestra historia y, sencillamente, los adoro. Todavía recuerdo como cuando terminé su lectura, unos doce o trece años atrás, fui como loco por las papelerías y revisando las revistas viejas de Círculo en busca de su continuación.
Una lectura que recomiendo a todo el mundo, sea más amante de la literatura fantástica o no, y cuyos personajes se quedan grabados en la memoria, desde Garion, Belgarath, Polgara o Seda, hasta el simple de Mandorallen o el fanático Relg.

Le doy un 9'3/10. ¡Vivan los recuerdos!