Así que tras dos años de vida, de generar el amor incondicional por parte de los aficionados españoles y el odio
acérrimo por parte de alemanes -quienes pedían su inmediata muerte tras la eliminación- y holandeses, el pulpo Paul se ha reunido con sus queridos cefalópodos. En este blog ya nos acordamos de él tras la victoria de España en el Mundial y le dedicamos una pequeña entrada al pulpo vidente, que anunció que tras esos partidos se retiraba del negocio de la adivinación.En fin, con el cachondeo y todo, una triste noticia la de aquel pulpo que creyó en nosotros más, incluso, que nosotros mismos.
¡Adios Paul! ¡Hasta siempre!
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